El Capital decide [las elecciones] …. hoy apoyan a Pedro Pierluisi

Política

(San Juan, 10:00 a.m.) Faltan 14 días para que culmine el circo electoral. Los payasos se alinean para presentar sus mejores actos, los magos ocultan sus trucos y los trapecistas se la ingenian para maromear entre acusaciones de corrupción, mala administración y perspectiva de género.

Mientras las campañas se enlodan, nos olvidamos de los verdaderos genios del poder, los grandes intereses que son los verdaderos interesados en que su candidato obtenga la gobernación. Por un lado, tenemos los amigos del alma que buscan enriquecerse con jugosos contratos, obtener trabajos para sus protegidos y dirigir a las masas hacia sus intereses particulares.

Por otro lado, tenemos a nuestros amos, los federales, que en este momento buscan mantener la cordura en la colonia, perpetuar el régimen consumista y potenciar el pago de la deuda. No podemos obviar en este grandioso grupo a los bonistas que exigen el pago de su deuda y se escudan detrás de la todopoderosa Junta de Supervisión Fiscal. Los recientes nombramientos del presidente Donald Trump son indicio de que los republicanos tienen como meta exprimir a los puertorriqueños para obtener el pago de la deuda, que en su mayor parte se acumuló bajo la gobernanza de Luis Fortuño.

Debemos mencionar también a los jeques del crimen organizado que requieren gobiernos endebles comprometidos con presentar una imagen de acción policial, pero por la baja permitan el trasiego de drogas y otras maromas que sostengan una economía fallida, entiéndase por esto la famosa economía subterránea.

En la escala inferior nos encontramos los electores que soñamos con buenos gobiernos cuya meta sea el desarrollo socioeconómico del país, servicios médicos óptimos, excelente educación para los hijos, vivienda adecuada y justicia social. Como bien dice el dicho, soñar no cuesta nada. Tristemente, los gobiernos del siglo XXI nos han demostrado que más vale enriquecer a un amigo del alma que beneficiar al pueblo.

Los grandes intereses económicos favorecen a Pedro Pierluisi para la gobernación. Esto queda claro cuando analizamos las contribuciones a la campaña del candidato del Partido Nuevo Progresista (PNP). Esto no debe sorprendernos porque en este partido militan la mayoría de los grandes empresarios del país y existe una conexión familiar entre los dueños del Banco Popular y los hijos de Pierluisi (este se divorció de su esposa, María Elena Carrión, hermana del pasado presidente de la Junta de Supervisión Fiscal, José Carrión III y prima de Richard Carrión ex presidente del Banco Popular).

Entre las estrategias politiqueras que están empleado para congraciarse con el electorado es el tradicional apego a los elementos patrióticos (el anuncio con La Borinqueña) y la renuencia de Pierluisi de participar en foros donde se discuta la corrupción y la mala administración gubernamental, máculas que ha marcado este cuatrienio del PNP.

Existen los que apuestan a Carlos Delgado Altieri, candidato a la gobernación por el Partido Popular Democrático (PPD), pero existen temores en ciertos sectores de que se convierta en un paladín de la justicia, defienda a los pensionados, a los empleados públicos y a la clase media. Esto implicaría una lucha sin cuartel con la Junta de Supervisión Fiscal, los bonistas y los usureros que se alimentan de la explotación económica de los trabajadores. Los valores ético-morales de Delgado también pueden impulsar una lucha real contra el crimen organizado lo que supondría el desmantelamiento de puntos de drogas y otros negocios turbios. Veremos por lo tanto un aumento en la campaña negativa contra Delgado y la exaltación de sus puntos débiles como lo son la perspectiva de género, su alegado soberanismo y todo lo que se puedan inventar.

Los otros candidatos no son percibidos como potenciales ganadores, por lo tanto, los grandes intereses solo los utilizan para potenciar sus ideales. Alexandra Lúgaro del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), una vez vista como una candidata seria con potencial para llegar a un segundo lugar, se ha destruido a si misma con sus asuntos personales. La enemistad entre Lúgaro y La Comay, entiéndase Kobo Santarrosa, ha resultado en detrimento de la candidata. La Comay tiene una gran influencia en varios sectores del país que la consideran una defensora de los humildes y oprimidos.

Juan Dalmau, candidato del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), es considerado el mejor candidato para la gobernación por la mayoría de los electores que reconocen sus dones y ven con agrado sus planteamientos. Sin embargo, el miedo a la independencia, al comunismo, a la pérdida del mantengo y a la fábula de que su llegada al poder significa el final de la relación con la metrópoli le impide ser electo.

Los otros dos candidatos, Eliezer Molina y el Dr. César Vázquez, no son considerados importantes para los grandes intereses.

Esto nos lleva a una elección que enfrenta a dos candidatos, Pierluisi y Delgado. Los electores del PNP votan a ojo cerrado por su candidato sin importar las atrocidades que su partido cometa. El PPD enfrenta la pérdida de electores que ven en Lúgaro una opción para un cambio radical en la forma de gobernar.

Mientras los interese locales apoyan al que defienda su agenda, los federales se mueven con mensajes contundentes contra el PNP. El FBI (Buró de Investigaciones Federales) anunció ayer que siguen las investigaciones sobre actos de corrupción gubernamental y que se asignarán observadores para evitar un fraude electoral.  Para darle mayor valía a sus actos, puntualizan que es la Casa Blanca la que ordenó estas acciones. Queda claro que los federales no favorecen los traqueteos del PNP y se oponen a la estadidad, pero los ciegos aún no ven la escritura en la pared.

Lo que resta de la campaña será crítica y el dinero correrá a granel en favor de quién mejor representará a los amigos del alma. Usted, piense, vote con conciencia y no por fanatismos, eso sí, ¡VOTE!