En el día de ayer, Residente (Rene Pérez Joglar), figura pública del mundo de la música urbana se expresó que se debía de votar por un candidato en particular para la alcaldía de San Juan. Residente/Pérez epitomiza el país de miles de independentistas que uno sin saber porque, siempre profesan una solución distinta a la solución única: la independencia de Puerto Rico. Son independentistas del ropero (de closet).
Desde que en el 2004 Puertorriqueños Por Puerto Rico apareció en el escenario político, dirigidos por Rogelio Figueroa, la muerte del bipartidismo se ha proclamado. No hay que haber leído mucho, para saber que toda formula es siempre sustituida por otra fórmula, que continuamente niega la independencia. De esta forma, en el 2005/6, Angel Collado Schwarz se dedicó a hablar de la soberanía, sin independencia, y un grupo de independentistas le siguieron y formaron el Movimiento Unión Soberanista, que al día de hoy nos preguntamos de qué trató o trata. De soberanía sin independencia pueden hablar los estados de la federación americana, como Texas, Misisipi, Virginia, Oregón etc. ¿Puerto Rico, soberanía sin independencia? Una narrativa que hasta el dia de hoy se ha insertado en el quehacer político: hablar de todo menos de la independencia.
Por lo tanto, llegado el 2012, se insertó otra narrativa por el Partido del Pueblo Trabajador, donde sectores de la izquierda más radicalizada y estudiosa, proclamaron un partido sin distinción política o dirección de estatus. Simplemente “la casa de todas y todos” para administrar la colonia. Esta narrativa, participó y dejó un imaginario de neutralidad, pese a que todo su liderazgo y activistas han sido compañeros y compañeras de izquierda, y han defendido la independencia de la isla.
Finalmente, los candidatos independientes de las elecciones del 2016, Alexandra Lúgaro y Manuel Cidre, capturaron un tercio de los votos generales, e impusieron nuevamente la narrativa de que no hay que hablar del estatus, ni de la independencia. De lo que ellos desean hablar es de administrar la colonia, y luego resolver el estatus (en algo se parecen también al Partido Popular Democrático).
Hoy lo que hemos cultivado se ha proliferado: Movimiento Victoria Ciudadana, Proyecto Dignidad, Movimiento de Conciencia (Eliezer Molina) y el Partido Popular Democrático, todos han dejado a un lado la ideología del estatus, para administrar la colonia. En ellos hoy se alza un proyecto de administración y todas/os, independentistas o no, han dejado de hablar de la independencia como una solución de estatus.
Por lo tanto, discrepando ideológica y éticamente con el Partido Nuevo Progresista, no es imposible reconocer que estos en su corrupción, nepotismo y barbarie gubernamental, han mantenido una visión clara de su ideal político: la estadidad. Discrepamos y por eso somos uno de los pocos medios que abiertamente ha lanzado una campaña abierta y clara contra el si en el plebiscito, promoviendo el No a la estadidad, No a la corrupción y No al bipartidismo.
Dicho lo anterior, nos preguntamos, ¿cuál es el miedo de apoyar al Partido Independentista Puertorriqueño? Miedo que se traduce en independentistas que han aceptado no hablar de la independencia en el Movimiento Victoria Ciudadana, con tal de administrar la colonia. Miedo que se ha traducido en independentistas votando por el Partido Popular Democrático, con tal de derrotar al Partido Nuevo Progresista. Peor aún, miedo que se ha traducido en una estrategia inaudita de votar por el Si en el plebiscito con tal de crearle una crisis a Washington con un estado que no desean, lleno de boricuas.
Para nosotros la única opción es que los independentistas, todos y todas, voten de forma íntegra por el Partido Independentista Puertorriqueno, el cual desde el segundo debate en septiembre, modificó su posición histórica y aceptó administrar la colonia. A partir de ahí, disminuyendo el valor normativo de la palabra independencia, de repente Juan Dalmau se ha convertido en una celebridad, con el cual todas y todos se quieren tomar fotos. Impresionante.
Sin ortodoxias, reconociendo la maldad en los sistemas mediáticos de Puerto Rico, los cuales responden a lógicas del capital neoliberal y a la derecha, como tambien a Washington y sus intereses políticos en la isla, es importante ganar de frente hablando de la independencia.
En estas elecciones, derrotar el miedo es lo más importante. Sacar del ropero o la gaveta a todas y todos esos independentistas que se esconden en otra formula solo por miedo, para que le den un voto integro a la única franquicia electoral que en su nombre y sus actos, promueve abiertamente la independencia para Puerto Rico.
Nosotros hemos hecho nuestra parte con 75 mil personas siguiéndonos/alcanzados diariamente en todas nuestras plataformas, hemos hablado sin parar de la libertad y la independencia para ti, los tuyos, pero sobre todo para Puerto Rico.
Es momento de romper con el miedo, vota por la independencia.
El Post Antillano