(San Juan, 9:00 a.m.) Se trata de las elecciones más esperadas, en las cuales reina un cierto aire de alegría toda vez que por primera vez, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), corre sin la preocupación, de ser marginado en la contienda. Por primera vez, no hay persecución política. Por primera vez, el PIP, puede presentarse a una elecciones sin sentirse que los sistemas mediáticos, la derecha, los neoliberales y más que nada Washington, desean marginarlos, esconderlos o reprimirlos.
La persecución política es algo que no nos debe producir sombra hoy. Es algo que nos debe llevar a sentir todas las opciones son viables. En esta medida, en Puerto Rico la relación entre el capital, Washington y los partidos dominantes, creo a lo largo de los pasados 70 años que el comportamiento político eliminara y criminalizara la opción de la independencia.
En este sentido, es momento de vivir a partir de sentirnos libres y explorar que se puede hablar en estas elecciones de la independencia. Esa es la contribución que en esta contienda ha provocado el PIP y su candidato Juan Dalmau. Es poder hablar de la independencia como una opción política, ya sea administrando la colonia o promoviendo la independencia, pero como una opción política.
Lo que no podemos permitir es que ningún partido político, tradicional o emergente vuelva a marginal, negar, criminalizar la independencia. Para todas las generaciones jóvenes o de adultos mayores que creen en la independencia, las elecciones del 2020 son históricas. Pensemos.