(San Juan,1:00 p.m.) Sin lugar a dudas hubo un cambio en el proceso electoral ayer en Puerto Rico. Las elecciones nos dejan con una marcada transformación en la política puertorriqueña, donde nos guste o no nos guste, los históricos partidos de mayoría hoy compiten en un escenario donde hay nuevos actores y actrices políticos.
En este escenario el Partido Nuevo Progresista (PNP) ganó la administración del gobierno de central, con el margen mas reducido en la historia de esta colectividad política desde su inserción en la política en el 1968. Con apenas el 32.1 de los electores que le favorecieron, el PNP se impuso en la gobernación. NO obstante, alcanza el control en 35 alcaldías, dos mas que en el 2016, mientras pierde el control de la legislatura.
De otro lado el Partido Popular Democrático (PPD) no logra ganar la gobernación, pero gana el control de ambas cámaras de la legislatura, de forma simple en el senado y en la cámara aun esta por verse que apoyo finalmente tienen. De otro lado, retuvo 40 alcaldías, cinco menos que en el 2016, y pierde San Juan, aunque gana Ponce.
De otro lado, el Partido Independentista Puertorriqueño (PIP) alcanzó sus metas de tener dos legisladores por acumulación, uno en ambos cuerpos de la legislatura; mientras se desconoce si en el recuento de votos entraran algunos legisladores por distrito o legisladores municipales. Mientras Juan Dalmau obtuvo la postulaciones mas honrosa en los pasados 16 años de su partido. Esto le permite quedar inscrito como colectividad.
De las grandes sorpresas hay que descartar al Movimiento Victoria Ciudadana (MVC), ganando el 15 por ciento de los votos, y quien hoy se disputa la alcaldía de San Juan, bajo el liderato de Manuel Natal, arrebatando la misma del control de los partidos tradicionales PNP y PPD. Por otro lado, los legisladores por acumulación impulsados por dicha colectividad todos salieron.
Finalmente, la otra sorpresa es el Proyecto Dignidad, quien obtuvo el 7.1 de los votos, y alcanzó que sus candidatas por acumulación salieran electas en ambos cuerpos.
Se trata de otro país. Hay que celebrarlo. Hay que sentirse interesado, y hoy ha comenzado una nueva era en la política. En esa nueva era, hay que seguir trabajando por conseguir la independencia nacional con justicia social. Pensemos.