Es una película inusual que vemos en tiempos de pandemia por televisión. Es un película muy dolorosa, donde se cuenta la historia de la represión luego de la guerra civil española de 1936. Historia que se cuenta a partir de la emergencia del dictador Francisco Franco y la ideología franquista. Pero también cuenta como, por las razones que fueran, las izquierdas, los progresistas y los más radicales, acabaron todos colaborando con el regimen con tal de alcanzar la libertad. Es un filme critico a la ética de la guerra que cada cual asume.
La trinchera infinita (Directores, Jon Garaño, Aitor Arregi y José Mari Goenaga España, 2019), nos plantea la posibilidad de ser críticos con toda persona que participo en la guerra civil de España. Hay un poco de que todos y todas “fuimos los enemigos, los amigos y todas y todos colaboramos”. En esta medida, no es un filme facil. Es un filme que duele.
La historia narra la vida del alcalde de Malagueña de Mijas, Manuel Cortés, quien vivió 30 años escondido en su casa, en el clandestinaje hasta el gobierno de Franco concedió una amnistía general a todos los que lucharon en la guerra civil. En ese momento, volvió a salir a la calle.
En la película el personaje Higinio (Antonio de la Torre (Higinio) convive con su esposa Rosa (Belén Cuesta), aunque él en el clandestinaje. En el transcurso la película introduce y saca personajes que son los que hacen del filme uno interesante. Hay un registro de temas sociales del Siglo XXI aplicados en el 1936, los cuales le quitan un tanto de veracidad al filme.
Dicho lo anterior, las actuaciones son todas extraordinarias. No obstante ha sido la esposa, Rosa (Belén Cuesta) se ha llevado consistentemente el premio de mejor actriz. Esto en reconocimiento de una actuación extraordinaria.
Es un filme muy duro. No tiene mucha esperanza. Muy duro. Hay que verlo, y luego usted decide. Fuerte La Trinchera Infinita; es un filme para comprender la propia trinchera y su efecto en usted.