(San Juan, 1:00 p.m.) Es momento de hablar con más ánimo e interés de la independencia de Puerto Rico. Es momento de plantear un Frente Amplio por la Independencia Nacional, como medida de contención y repudio a la obsesión desmedida del movimiento estadista de promover la anexión de Puerto Rico a la federación de los EE.UU. Es necesario seguir organizados políticamente y detener el proyecto de ley para ser discutido en la sesión extraordinaria que va a ser convocada por la gobernadora Wanda Vázquez Garced, para discutir un proyecto de “implementación” de la voluntad del pueblo para la estadidad.
Dicho lo anterior, el Partido Nuevo Progresista (PNP), realmente no pierde tiempo en lo que es su fin politico primario: la estadidad para la isla. Nosotros, por lo pronoto le podemos reconocer su devoción a su causa política. Lo que no podemos perder de perspectiva, es que para los que creemos en la independencia, organizarnos, oponernos a la estadidad y promover la libertad de nuestra patria, es nuestro norte y nuestro fin primordial.
Por lo tanto, es momento de luchar contra las fuerzas anexionistas. Tomando por base el honroso desempeño del Partido Independentista Puertorriqueno, con un 14 por ciento de los votos emitidos por partido politico, lo cual lo pone casi a la par con los años 1952 y 1956, cuando alcanzó sobre el 15 por ciento de los votos, es momento de promover con mayor vigor la independencia nacional.
A las legisladores y legisladores del Movimiento Victoria Ciudadana (MVC) y Proyecto Dignidad (PD) que creen en la independencia, es momento de que tomen la oportunidad desde su colectividad politica de promover la misma y oponerse a la estadidad. Si su organización no se lo permite, sería oportuno que cruzaran líneas partidistas y se sumaran al PIP, para juntas detener la estadidad y promover la independencia.
Es momento de concertar una estrategia común frente a la estadidad, que hoy goza de dos variables que no se pueden descatar: un Partido Demócrata en los EE.UU. que abiertamente prefiere la estadidad; y un PNP que desde el poder ejecutivo, promueve dicho estatus políticos. Es momento de repudiar a ambos. Pensemos.