Los nuevos bloqueos en la carretera [regresa el estado autoritario]

Justicia Social

(San Juan, 12:00 p.m.) La gobernadora Wanda Vázquez Garced definió el pasado lunes 7 de julio, el último toque de queda, el cual dura hasta el 21 de julio. El mismo impone un control mayor del estado, luego del cierre total que nos contuvo entre abril y junio de este año. Ahora hemos vuelto a un tipo de cierre total, pero en esta ocasión, la gobernadora ha salido mucho mucho más eficiente en la medida en que se ha convertido en una persona más represiva.

Este toque de queda no es distinto a los anteriores.  Lo que si es distinto es el manejo del control.  Dos manifestaciones de este toque de queda nos permiten entender lo nuevo: por un lado, la gobernadora movilizó a la guardia nacional para hacer efectivo el patrullaje y control de algunos espacios, como la playa. Ante esto, de repente los soldados se han convertido en prominentes. 

De otro lado, desde el lunes, la policía de Puerto Rico ha iniciado una serie de patrullajes preventivos y cierre de carreteras, a los cuales le llamamos popularmente hablando, “bloqueos”.  Con los bloqueos se cierra el ciclo de control sobre la población, pues el bloqueo es más legítimo que una intervención directa sobre una persona que estuviera violando el toque de queda. El bloqueo es contra toda la población.  Los bloqueos son legítimos desde que se decidiera el caso de Pueblo v. Yip Berrios en el 1997.

Por lo tanto, Wanda Vázquez nos ha devuelto a la década de 1980, y el momento que se definió como el estado autoritario.  Momento en que los derechos civiles y constitucionales se ven limitados por una expansión del estado en nuestra vida diaria.  Es momento de protestar y de oponerse a mayor injerencia del estado en nuestra vida.  Esto pese a que desde una mirada salubrista se intente justificar. Pensemos.