(San Juan, 12:00 p.m.) Nos habían dicho que habían terminado con el “bipartidismo”. Entonces estamos organizando gobierno, y todo suena a que seguimos en el bipartidismo, pero de otra forma. Me explico. Lo que no hemos logrado es cambiar la cultura política que creo el bipartidismo. Si hemos logrado en algunas instancias “ampliar la piña” de dos partidos a más partidos en la contienda política.
En esa medida, todo indica que estamos aprendiendo a fluir con los nuevos cambios de caras, pero no así con los estilos de la política. Muy prematuro para saber, pero muy significativo el hecho que “invisibilizando” los nombres de las personas, mucha de la práctica política se va repitiendo.Entonces tenemos que los asesores de un partido, se reproducen ahora en otro partido. Es decir, la profesión que permite esa practica se llama “asesores”, y son personas que viven del gobierno. No es servicio directo sino un beneficio indirecto por tener una profesión tan indispensable.
Lo mismo aplica a la presidencia de la Cámara de Representantes o al Senado. Uno habría pensado que romper con el bipartidismo es eliminar eso. Pero no es así. Es un momento donde con una historia de tres partidos políticos, ahora tenemos cinco, dos controlan y los otros comparten. Pero, las prácticas culturales de los que nos preceden, se mantienen con el “combo agrandado”. Pensemos.