(San Juan, 1:00 p.m.) En el día de hoy, en el primer piso del Coliseo Roberto Clemente, donde se está llevando el conteo general de votos, llevaron una parranda. La dama y la doñita dijeron, mira que bonito. Todo el mundo lo celebra, pues es una ocurrencia nacional. Entonces uno se pregunta, ¿en serio?
Lo que ha resultado como un proceso tortuoso en algunos municipios y distritos legislativos, todo indica que se le está saliendo de las manos al presidente de la Comisión Estatal de Elecciones (CEE), Francisco Rosario Colomer. Todo indica que éste ya ha dejado de comandar un proceso, y no solo Edwin Mundo y su equipo de trabajo del Partido Nuevo Progresista, hacen lo que les parece, sino cualquiera que le parezca.Entonces, ya las elecciones consumada el pasado 3 de noviembre, tienen un peso nacional. Pero por otro lado, también un efecto singular en la psiquis nacional, en la cual la gente comienza a percibir y a cuestionar si estamos en “serios o relajando” con esto de las elecciones.
Ya todos sabemos que Puerto Rico es una colonia, y que el proceso electoral es colonial. Lo que no esperábamos es que las instituciones coloniales, por “chiquitas” que sean, también se conviertan en un chiste, y esto de paso a ridiculizar y caricaturizar todos los procesos. Pensemos.