“Puerto Rico no será estado” [pese a que el PNP agota sus últimos cartuchos]

Justicia Social

(San Juan, 11:00 a.m.) El cuatrienio 2017 a 2020, regido por el Partido Nuevo Progresista (PNP), termina como ha transcurrido, con patrañas electorales y riñas entre el liderazgo anexionista.
En su afán por lograr la integración de la isla con la metrópoli estadounidense, el presidente de la Comisión de Relaciones Federales, Internacionales y Estatus de la Cámara de Representantes, el representante José Aponte Hernández, presentó un informe ante el pleno del cuerpo legislativo sobre los beneficios de la estadidad. El informe se resume con dos palabras, lloverá dinero.
Cualquiera que lea el informe y crea que los perros se amarran con longaniza soñará con pajaritos preñados y un chequecito que engrosará la cuenta bancaria sin dar un tajo en defensa propia. Aponte Hernández asegura que la mayoría de los puertorriqueños no pagarán impuestos federales y se beneficiarán de múltiples programas como el Seguro Social Suplementario (SSI por sus siglas en inglés). El expresidente de la Cámara también enfatiza en su panegírico que las contribuciones estatales se reducirán debido a las ayudas estatales.
Empero, el informe ignora cuatro datos importantes. Primero, en este momento el país tiene una deuda multimillonaria que es impagable. Los recaudos gubernamentales no alcanzan para ofrecer servicios y pagarles a los bonistas. La anexión requerirá una revisión contributiva para incluir entre los múltiples impuestos que pagan los boricuas los federales. Esto, de calle, significa una reducción en las contribuciones al fisco local. La bonanza millonaria que alegadamente recibirá el país no se puede emplear para pagar la deuda. ¿Cómo y quién pagará la deuda?
Segundo, uno de los requisitos para ser estado es convertirse en un territorio incorporado por un número indeterminado de años para probar que puede administrar su fisco y no convertirse en una carga económica para los otros estados. Tal vez es mi imaginación o no tiene el país una deuda ominosa y el gobierno colonial autonómico ha demostrado su incapacidad administrativa.
Tercero, el informe no abunda sobre los cambios contributivos que eliminaría la ley de hogar seguro porque bajo la estadidad, tanto el gobierno municipal como el sistema educativo se subvencionan con las contribuciones de la propiedad. 
Cuarto, la eliminación de la Sección 936, a pedidos de Carlos Romero Barceló y Pedro Rosselló González, significó la quiebra económica para el país, la desaparición de fuentes de empleo y la partida de fábricas y farmacéuticas del archipiélago. La estadidad llevaría a la salida del resto de las corporaciones que buscan en el país condiciones económicas menos onerosas que en los 50 estados. También pondría fin a otras áreas que aportan al fisco como lo son el turismo médico, porque debido a los impuestos federales, estos se verían forzados a incrementar sus costos y muchos residentes estadounidenses que se mudaron a la isla para no pagar contribuciones sobre la propiedad partirían a otros lugares, como está ocurriendo en los Estados Unidos continentales.
Fuera del informe, la integración implicará también el fin de la identidad puertorriqueña, la participación de nuestros atletas en eventos internacionales y en certámenes de belleza como Miss Universo.
Conscientes de esto, tanto el liderazgo demócrata en el Senado (Charles Ellis “Chuck” Schumer) y el republicano (Addison Mitchell “Mitch” McConnell Jr.) han expresado su resistencia a la anexión de la colonia más antigua del planeta. Los demócratas señalan que la población de la isla está sumamente dividida, rechazan el pasado plebiscito e indican que debe desarrollarse una fórmula para descolonizar a Puerto Rico que cuente con el aval de todos los interesados. Por su parte, los republicanos son más tajantes, NO a la estadidad.
El liderazgo anexionista, en sus continuas intentonas fallidas por lograr la anexión, va perdiendo aliados en la capital del imperio, que en múltiples ocasiones le han indicado que deben resolver los problemas del país primero antes de pensar en la estadidad.
Un detalle importante que el PNP tiende a ignorar es que los dos informes producidos por el gobierno estadounidense sobre el tema de la estadidad, uno bajo la administración de George W. Busch y el otro bajo Barack Obama, indican que esta no es costo efectivo para la nación porque los puertorriqueños no tienen la capacidad económica para costearla. Puerto Rico sería una carga para los otros estados.
Esto nos lleva a otro punto, la estadidad requiere el aval de 38 estados, en su mayoría republicanos y opositores a la integración de un estado de salvajes, por no decir seres inferiores por ser producto del mestizaje.
Una Legislatura opositora y con el 67% del electorado en contra, es muy poco lo que realmente podrá hacer Pedro Pierluisi Urrutia en cuanto a la estadidad. Veremos acciones que descarrilarán cualquier intento por parte del gobernador electo y la comisionada residente por continuar con el cuento. Interesante será, cuando Estados Unidos baje con una campaña de realidades sobre la anexión y el sueño de los millones se esfume como humo en el viento.
Para concluir, no puedo dejar de mencionar, la última escaramuza en las filas anexionistas. Wanda Vázquez Garced presentó la nominación de un racista y sexista para contralor de Puerto Rico y de una jueza que fue alicate de Luis Fortuño para llenar la vacante que surge en el Tribunal Supremo el 24 de diciembre. No deseo mencionar los nombres de los imputados porque uno fue rechazado de cuajo y la jueza dio marcha atrás para no manchar su record judicial y cerrarse las puertas a futuras oportunidades.
En realidad, los hechos conocidos no son importantes. La derrota de los candidatos no solo fue un duro golpe contra Vázquez Garced, que abandona la gobernanza sin hechos notables, con su reputación destruida y su mediocridad corroborada, sino fue una estocada en el liderazgo de Pierluisi, quien preside el PNP.
Pierluisi apoyó a los candidatos de la gobernadora y encomió a los legisladores de su partido a ratificarlos. El Senado, controlado por el PNP y presidido por el recién reelecto senador Thomas Rivera Schatz, decidió no acatar sus directrices de Pedrito “el breve”. Wandita hasta hizo público el deseo del senador por ser nombrado al Supremo en un intento por doblegarlo. Total, el Tiburón Blanco, hizo lo que quiso y le envió un mensaje a Pierluisi, te haré la guerra.  Continuaremos con episodios de la guerra interna entre las diferentes facciones del PNP.
Para colmo de los colmos, nos enteramos a través de fuentes fidedigna que el nefasto y depuesto Ricardo Rosselló Nevares está contactando a sus aliados en busca de oportunidades económicas y futuras aspiraciones políticas.
El país que conocimos murió bajo el liderazgo del PNP. Las tres ramas de gobierno, ejecutivo, legislativo y judicial, han quedado manchadas por la politiquería. Todas las instituciones han sido trastocadas, siendo la última la Comisión Estatal de Elecciones. El sistema electoral falló y ha quedado manchado con un posible fraude, indetectable, pero con una sombra oscura aterradora presente.
Les puedo asegurar que si este cuatrienio que agoniza fue intenso, el que se inicia el 2 de enero de 2021 será apoteósico. Busquen su botana y prepárense para los fuegos artificiales entre todos los actores del juego de tronos. 
Habrá guerra de poder entre los penepés, que viven en una guerra civil continua. El ejecutivo se enfrentará a una legislatura dominada por el Partido Popular Democrático y los partidos emergentes lo que hará difícil cualquier legislación que no satisfaga a los interese de todas las partes. También veremos petardos explotando en las filas de los partidos que integran la Legislatura pues el poder alimenta la ambición.