Gracias a TRS y WVG [por colgar a nominados] Puerto Rico es más democrático hoy

Política

(San Juan, 9:00 a.m.)  Thomas Rivera Schatz, presidente del Senado de Puerto Rico, y Wanda Vázquez Garced, gobernadora de Puerto Rico, se despiden con bombos y platillos, en lo que fue el cuatrienio más desastroso en la historia reciente del país. Pero pese al verano del 2019, que culminó con la reelección del Partido Nuevo Progresista al ejecutivo, aunque muy debilitado, en el fin de este ciclo no pudieron ponerse de acuerdo para nombrar y confirmar a dos puestos de importancia para la isla-colonia, como lo son una vacante en el Tribunal Supremo de Puerto Rico y otra en dirección de la Oficina del Contralor. Ambas posiciones son constitucionales, y requerían de la nominación del ejecutivo y de la confirmación del senado.
El proyecto de anexión diseñado en la incumbencia de Luis Fortuño (2009 a 2012), que impuso llevar al Tribunal Supremo a un tope de nueve jueces, seis de ellos del PNP, culminó.  Por primera vez el PNP se autoderrota, y la pugna entre la gobernadora y el presidente del Senado, pudo más que la unidad de su partido. Por lo tanto, el nuevo gobernante, Pedro Pierluisi del PNP, inicia el 2 de enero, sin control de la legislatura, y en un ambiente muy hostil para su partido. Por lo tanto, como buenos seres que preservan su futuro, habrán de invernar.  Dificil que el Tribunal Supremo pida llenar la vacante, más dificil que sea el nuevo gobernador que pida hacerlo.  El PNP ha de dejar “quieto y callao” la vacante en el Tribunal Supremo. 
Mientras en la dirección de la Oficina del Controlador de Puerto Rico, pasó algo similar y las fuerzas del PNP lideradas por Rivera Schactz colgaron al nominado por la gobernadora.  Técnicamente, mientras no haya reemplazo, la actual directora se puede mantener en el cargo, o ser sustituida por un subcontralor.  Lo que el PNP no logrará ahora es consenso para imponer a su nominado.
En el balance de los hechos, hemos logrado que las personas que sean nominadas para la vacante en Tribunal Supremo y en la Oficina del Contralor, tengan que representar la diversidad ideológica y de identidad que impera en la isla, para que puedan ser confirmados por el Senado. Eso es un acierto. Aquí si que se ha roto hoy con la lógica bipartidista. Ahora hay que lograr que se imponga desde un cultura democrática una mejor forma de gobernanza. Ya veremos. Pensemos.