Pierluisi inaugura el último cuatrienio del PNP [el cual desaparece antes del 2024]

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Los sucesos ocurridos en el Senado durante la última sesión extraordinaria han dejado claro que Pedro Pierluisi Urutia no controla el liderazgo senatorial de su propia colectividad, Partido Nuevo Progresista (PNP).  Proyectos de ley y nombramientos avalados por Pierluisi fueron rechazados por los senadores de su partido. Esta acción es un mensaje claro y contundente que la guerra interna entre las facciones del PNP continúan vivitas y coleando. 

Algunos militantes del PNP aseguran por lo bajo que el gobernador electo pudo haber obtenido una victoria pírrica que lo llevará por la calle de la amargura durante el próximo cuatrienio. Pierluisi no solo enfrenta la oposición del 67% del electorado que votó en los pasados comicios electorales, sino que deberá lidiar con una legislatura dominada por el Partido Popular Democrático (PPD) y una delegación senatorial PNP dirigida por su archirrival, Thomas Rivera Schatz. 

“No se cuan sabio haya sido ganar las elecciones”, asegura una figura prominente en las filas azules que pidió anonimato. “El partido está sumamente dividido y Pedro no se proyecta como una figura fuerte capaz de llamar a capitulo a todos los sectores internos para lograr propulsar su agenda gubernamental”. 

La percepción de esta figura PNP es compartido por varios analistas políticos, entre ellos Carlos Díaz Olivo que en varias ocasiones le ha dicho al gobernador entrante que debe hacer sentir su liderazgo dentro de las filas anexionistas. 

Por su parte, la exsenadora PNP y hoy analista político Zoé Laboy, confía que Pierluisi logre el consenso necesario tanto con los miembros de su partido como con los senadores y representantes de la oposición. En muchas ocasiones la exsenadora ha indicado que Pierluisi aboga por el diálogo y es capaz de alcanzar un punto medio en beneficio de su trabajo. 

“No me queda duda que Rivera Schatz tiene una gran influencia entre el liderazgo del PNP”, asegura la historiadora Aida Mendoza. “Durante su presidencia del Senado supo granjearse el apoyo de alcaldes, presidentes de barrio, líderes religiosos y obreros”. 

“Rivera no logró el apoyo de la base azul para convertirse en gobernador porque esta lo inculpa de la debacle que vivió el país en el 2019 que terminó con la salida de Ricardo Rosselló Nevares, la breve gobernanza de Pierluisi y la mala administración de Wanda Vázquez Garced”. 

“De hecho, el Tiburón Blanco sabe que nunca logrará el consenso del PNP para convertirse en gobernador por eso buscaba posesionarse como juez del Tribunal Supremo, donde estaba esperanzado en socavar el liderazgo de la presidenta Maite D. Oronoz Rodríguez para asirse con el poder judicial”, añade la historiadora y analista. 

Otra señal que pone en duda el liderazgo de Pierluisi fue la renuncia forzosa de la directora de la Autoridad de Carreteras, Rosana Aguilar, que había sido renominada por el gobernador entrante para permanecer en su puesto. La gestión de Aguilar frente a la agencia fue duramente criticada por el presidente del Comité de Transición del nuevo gobernador, Ramón Luis Rivera.

Para muchos conocedores de la política nacional existe el cuestionamiento sobre cuán grande es la influencia de Rivera y otros allegados al gobernador electo en su futura gobernanza. 

Pierluisi inicia su mandato con la sombra de unas elecciones cuyos resultados son cuestionables. La presencia de la mano turbia de Edwin Mundo, al que se acusa de haber manipulado el proceso electoral para lograr la gobernación a través del voto adelantado, no ayuda al futuro mandatario.  También existen cuestionamientos sobre el papel que tendrán en su gobernanza, su hermana Caridad Pierluisi y su marido Andrés Guillemard Noble al que se le compara con Elías Sánchez Sifonte, mano derecha del depuesto Ricardo Rosselló. 

El pasado cuatrienio demostró el alto grado de corrupción que impera en las filas anexionistas y la ambición de poder desmedido de algunos de sus líderes que no conocen límites para lograr sus objetivos.  Muchos temen que Pierluisi no tenga el carácter para controlar a sus familiares y allegados, convirtiendo este próximo cuatrienio en uno peor que el anterior. 

La nueva Legislatura dominada por la oposición, una Junta de Supervisión Fiscal dispuesta a cobrar la deuda de Puerto Rico e investigaciones de las agencias federales pondrán límites a la agenda de Pierluisi y sus allegados, pero como dice el dicho, quién hizo la ley hizo la trampa. 

Debemos mantenernos vigilantes para evitar que el país siga rodando cuesta abajo. Es la responsabilidad de todos salvaguardar el patrimonio nacional para bien de nuestra generación y las futuras. No permitamos más el pillaje ni la compra de conciencias con ilusiones vanas y promesas falsas.