La economía eléctrica [¿mejora o empeora el medioambiente?]

Economia Solidaria

(San Juan, 12:00 p.m.) En los últimos años los vehículos eléctricos se han vuelto de interés popular por su revolucionaria misión eco-amigable en el transporte vehicular. Aunque en la opinión y el ojo público su compra significa lograr contribuir a reducir el impacto ambiental que impone el transporte en vías de rodaje en estos vehículos, la realidad es otra. 

Lo que ocurre es que la misión eco-amigable de la industria automovilística y asociados es solo un intento de agarrar y mantener a las masas que están desarrollando una conciencia más ambientalista. 

Pero los frutos de esto no solo dependen de la emisión de gases del vehículo. Ocurre que los carros no son los únicos productos que utilizan petróleo o derivados para producir y obtener energía. Y que no es por el sistema de escape de este por donde único se liberan partículas al medio ambiente.

Las emisiones de partículas contaminantes producidas por los vehículos se generan por la tracción de las gomas, el contacto de los frenos y la emisión de gases. “Ah, pero por lo menos no estoy usando petróleo.” Esa es una forma de la reacción popular entre simpatizantes de la industria actual. Esta relativa verdad depende de las fuentes energéticas que utilice el estado para suplir de energía eléctrica a sus habitantes.

No estamos mal con este comienzo, estamos mal si nos dejamos cegar por el momento. Aún no logramos la meta y sabemos dónde es que hay que hacer las modificaciones. Es cuestión de una orden ejecutiva o dos.