¿Alguien se acuerda de las elecciones 2020? [la CEE se olvidó]

Justicia Social

(San Juan, 1:00 p.m.)  Hoy es 29 de diciembre, y al día de hoy, la Comisión Estatal de Elecciones (CEE) no ha dado el resultado oficial de las elecciones.  Por lo tanto, todo indica que este próximo 31 de diciembre, por vía de un fiat judicial, el Tribunal Supremo de Puerto Rico habrá de certificar los resultados según contados.  Esto es aplicando la doctrina del caso PSP v. Romero Barceló, 110 DPR 248 (1980).

El caso del PSP v. Romero Barceló es el que define que los votos se cuentan, y si no se termina antes del 2 de enero, cuando entra el nuevo cuatrienio, se certifica el ganador con los votos contados.  Mala historia del país, pero es nuestra historia.  Por lo tanto, tanto el Partido Nuevo Progresista, como el Partido Popular Democrático y el Partido Independentista Puertorriqueno, ya tienen certificados [preliminarmente] lo que son sus objetivos políticos de este cuatrienio. Le resta al Proyecto Dignidad o al Movimiento Victoria Ciudadana, certificar ahora, lo que les corresponda.  

Si algo han demostrado estas elecciones es que el sistema electoral en Puerto Rico es arcaico, no sirve, y según cada partido modifica la ley, lo hace a su conveniencia. Ahora bien. Luis Muñoz Marín, el creador de la patria-colonia, inventó un sistema democrático en el cual los comisionados son el poder del trono, y es el presidente del CEE el que decide cuando estos y estas no puedan llegar a un acuerdo. Dicho esto, es realmente cómico ver como cada comisionado hoy, tanto de los partidos tradicionales, minoritarios y emergentes, mueve la ley a su conveniencia.

En esta medida, lo que requiere el país luego de estas elecciones es crear un proceso electoral moderno, que no conjugue lo arcaico con lo digital, y que se garantice la participación de todos los interesados políticamente en el proceso de legislación.

Hoy por hoy, la acción judicial de Proyecto Dignidad, por bien intencionada que sea, carece de legitimidad activa (no tienen aún una causa de acción) como también es la misma contrario a término, toda vez que en su momento este partido no protestó y decidió participar bajo las reglas creadas, las cuales conocía.  Es decir, nadie puede actuar contra los actos propios. Participaron, aceptaron las reglas.  

En fin, que hemos llegado al fin del año, se juramenta un gobernador el 2 de enero, y nadie sabe hoy quién ha sido certificado como vencedor o vencedora. Esto es por decir lo mínimo, ocurrente. Por decir lo máximo, es un chiste. Pensemos.