(San Juan, 12:00 p.m.) El caso de Ashley Marie Torres Feliciano resulta insólito. Es una evidencia más de que institucionalmente existe una actitud negativa contra los niños y jóvenes, remanente del trato que se les daba durante la Edad Media. Ashley Marie fue sentenciada a 111 años de cárcel por supuestamente haber asesinado a su hermano. Según los datos presentados por el licenciado Leo Aldridge en la prensa esta salió embarazada a los catorce años de un hombre mayor de edad, Steven Quirindongo. El haber mantenido relaciones sexuales con una menor constituye un delito ante las leyes de Puerto Rico.
Los hechos son los siguientes. En una actividad de cumpleaños Quirindongo hostigó a Ashley Marie y el hermano de esta la defendió. Quirindongo lo mató, pero se dice que ella le dio el arma blanca para cometer el asesinato. Existe controversia sobre ello, pues esta lo niega. Estos actos ocurrieron en febrero de 2009. Lo increíble es que la hayan procesado a los 16 años como adulto, lo que hace responsable a las autoridades judiciales de cometer una violación de derechos humanos.
En el caso de Pueblo vs. Torres Feliciano (2016 TSPR 163) se señaló que la defensa no interrogó a los testigos. No hubo pruebas contundentes de que ella era culpable. La defensa no tuvo oportunidad de examinar el informe de escena preparado por el agente investigador, que a su vez no la menciona como sospechosa de conducta delictiva alguna.
Obviamente, ha habido una clara violación de los derechos humanos de Ashley Marie Torres Feliciano al no haber un proceso legal justo para una joven de tan corta edad. Aunque la Constitución de Puerto Rico establece que se puede juzgar a los trece años, cosa totalmente errada según los sicólogos que señalan que un joven no tiene plena madurez hasta los 26 ó 27 años, Ashley Marie fue juzgada como adulto, como ya señaláramos.
Le correspondía a la gobernadora otorgar la libertad a esta joven, la que ha sido peticionada por el proyecto Inocencia liderado por el licenciado Julio Fontanet. Nos alegramos profundamente de que esta tomara la iniciativa de ponderar su caso y de que escuchara sus planteamientos. Hemos celebrado la libertad de Ashley Marie Torres Feliciano. Finalmente ha habido verdadera justicia.