La normalidad colonial [todo sigue normal, tanto en la isla como en Washington]

Política

(San Juan, 1:00 p.m.)  Pedro Pierluisi, el gobernador electo y juramentado el pasado sábado, nos ha devuelto la normalidad.  Puro sarcasmo, pero nos ha devuelvo la normalidad.  Que nadie tenga dudas, que la vida en la colonial, luego del pasado cuatrienio tormentoso, comienza a regresar a su punto cero.  Si algo es cierto, es que el capital, el Partido Nuevo Progresista, y también la oposición desean que se vuelva al estado de normalidad “aparente” que se vive en la colonia.

En este sentido, la noticia del día es que la Corte Suprema de los EE.UU. ha de discutir esta semana, si los boricuas tienen derecho al beneficio suplementario del Seguro Social federal.  Es algo cómico, pero en el imaginario colonial, nadie, ni de derechas ni de izquierda, se oponen a los beneficios que ofrece Washington. Menos aun cuando se justifican que los hemos pagado [similar oportunidad no tuvieron otros países post coloniales, que renunciaron a dichos beneficios históricos. Pienso en Zimbabue].

En este sentido, la otra noticia es si Caridad Pierluisi puede trabajar ad honoren en la fortaleza.  Ni contrato, ni servicios, ni beneficios.  Esperamos que su marido, Andy Guillemard, tampoco tenga contrato alguno con el gobierno de Puerto Rico. En particular, en el mundo de los seguros.

En fin, que el país sigue fluyendo. Que tanto en Washington como en Puerto Rico, el país sigue fluyendo y todo se refleja con cierta normalidad. Es momento de ponderar, con el impulso que nos ha dejado que el Partido Independentista Puertorriqueño sea la tercera fuerza electoral con un 14 por ciento de personas validando la independencia como opción, si debemos apreciar la normalidad o cuestionarla. Pensemos.