[La forma de destrucción política ha cambiado] en los EE.UU. usted hoy no puede disentir

Política

En Alabama a las 12 del día
con una rubia yo me casé

Ismael Rivera

Si alguien conoce la canción de Ismael Rivera [1966]  sabe dos asuntos:  por un lado que grabó dicha canción junto al maestro Rafael Cortijo y su Combo, luego de haber cumplido cárcel en Kentucky; y que la canción tiene que ver muy poco con venerar a la mujer  blanca en el duro sur americano.  Por el contrario, la canción es puro sarcasmo, toda vez que de lo que habla Ismael Rivera es que trató de entrar al cielo [como un hombre negro] y no le dieron acceso; le pide una oportunidad a San Pedro, y le explica que con una mujer rubia [blanca] se casó, y se “limpió”.

Para entender a los EE.UU., y en particular lo que pasó el 6 de enero en el Capitolio, uno tiene que entender la división que por 200 años ha vivido dicho país entre la cultura del norte [blancos liberales, sector industrial y seguidores inicialmente del Partido Republicano y a partir de 1930 del Partido Demócrata] vis a vis la cultura del sur [blancos conservadores, radicales, sectores agrícolas y rurales, y seguidores del Partido Demócrata inicialmente y a partir del 1912 del Partido Republicano].  No solo ya libraron una guerra civil [1861 a 1865], pero lo mejor es que al día de hoy, han hecho todo lo posible por destruirse y destruir la cultura del otro.

En esta medida, conocer la historia americana [americana pues es parte de su nombre, Estados Unidos de America] es reconocer que la misma ha estado desde sus inicios impregnada de violencia.  Por algo en el clásico filme Natural born killers (Dir. Oliver Stone, EE.UU., 1994; historia original de Quentin Tarantino), se plantea que la historia de ese país ha sido una de violencia.  Pero ojo, pensamos que la violencia se achaca solo al sur, a los republicanos y a los campesinos (llamados redneck) de dicho pais.  No es cierto.  Que nadie se olvide que Barak Obama, demócrata, es el presidente que más ciudadanos americanos ha asesinado en el exterior, utilizando tecnologia remota (los llamados drones).

Por lo tanto, Donald Trump pasara a la historia no como un presidente incapaz, sino como un presidente que junto a sus seguidores, continuó por otras vías la trifulca historia entre el norte y el sur. Lo que ha pasado en los pasados cuatro años de su mandato es el último capitulo de la guerra civil americana la cual, realmente hablando, aún no se ha terminado.   

La cultura de la guerra civil,  ha sido horrible.  Se trata de un proceso que ha sido violento, que nadie nos puede indicar que ha terminado. La violencia, simplemente se manifestó nuevamente el miércoles pasado. El proceso culminó cuando las fuerzas dejaron de protestar, a pedido de sus propios líderes, y sobre todas las cosas, en un consenso entre las fuerzas politicas de dicho país, que la via democrática parlamentaria, era la más correcta.

Ahora bien,  lo que si me causa interés es algo que desde el caso de Plessy v. Ferguson, y la dirección republicana del ejecutivo en el 1896, la mentalidad de la decisiones de la Corte Suprema de los EE.UU., asi como de los partidos políticos dominantes de dicho pais, es garantizar que unos dirijan y que los otros sean dirigidos. Es decir, los EE.UU. se impone como un país donde los conflictos entre las fuerzas politicas, se perfilan desde una mirada siempre supremacista de quien puede hacer el bien y quien no lo hace.

En este sentido, las pugnas de poder entre ambos partidos mayoritarios afectan también a Puerto Rico, donde de desde el 1898, los americanos se impusieron en el llamado cambio de soberanía. A partir de este momento, bajo el Partido Republicano de entonces, se justificó la dominación bajo un principio que los victoriosos en dicho país siempre han ejercido:  el que gana en los EE.UU. determina el bienestar del perdedor.  Por lo tanto, los casos insulares lo que hablan, entre otras cosas, es que los EE.UU. están aquí para ayudar a nuestro desarrollo como pueblo.

Lo interesante es que ese desarrollo se plantea como un continuo del cual nunca salimos.  Somos, en la teoría del incapaz, el sujeto de control del tutor.  Por ende, el Partido Demócrata el pasado 6 de enero, ha reducido a Donald Trump, a los insurrectos y al Partido Republicano, a sujetos de control, a no ser capaces.  El resto, usted lo lee en la prensa y sistemas mediáticos.

Ante este cuadro, uno tiene que ser cuidadoso en la politica americana en qué bando participar.  Realmente hablando, como boricuas, lo único sabio es no asumir posición y dejar que ellos en su histórica batalla continúen peleando.  Para nosotros, distanciarnos y desprendernos de los EE.UU. es la solución correcta.  Nosotros tenemos otros problemas. Nuestra independencia nacional es la mejor opción.  Pensemos.