¿Se calmará la ultra derecha en los EE.UU.?

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Se ha hecho difícil augurar que la intentona insurreccional de la ultraderecha estadounidense terminará aplacando su furia tras la toma de posesión presidencial del demócrata Joe Biden el próximo 20 de enero.

La evidencia que se ha ido desvelando en el lado oscuro de la política nacional estadounidense está dejando al descubierto que el 6 de enero algunos de los  partidarios de Donald Trump que irrumpieron a la fuerza en el edificio del Capitolio en Washington tenían la intención, según fiscales federales, de “capturar y asesinar a funcionarios electos”.

La acción de los insurrectos obligó a suspender la sesión bicameral del Congreso para contar y ratificar los votos electorales que debían dar oficialmente la victoria presidencial a Joe Biden.

Como consecuencia del asalto al Capitolio federal, congresistas y senadores, al igual que el vicepresidente estadounidense Mike Pence, tuvieron que ser evacuados.. Como resultado de los disturbios murieron cinco personas, incluido un oficial de Policía.

No fue hasta que se restableció el orden horas después, que la Cámara de Representantes y el Senado pudieron ratificar la victoria de Biden.

Ventanas tapiadas, una cerca con alambres de púa alrededor de la colina capitolina en Washington y el despliegue de miles de efectivos de la Guardia Nacional es el escenario que sirve de trasfondo a la ceremonia de toma de posesión del presidente electo Biden el próximo 20 de enero.

La incógnita es cuál será el ambiente político luego de la asunción de Biden a la presidencia de Estados Unidos. Si en realidad la ira insurreccional de la ultraderecha se aplacará para permitir presidir al nuevo presidente que sustituirá al republicano ultraconservador Donald Trump en la Casa Blanca.

Lo que se desprende de las exclamaciones de los grupos supremacistas de la etnia anglosajona de tendencia chauvinista y ultranacionalista no parece ir dirigido en esa dirección de concordia y pacificación.

Es una verdadera disyuntiva poder calibrar si Estados Unidos se encuentra en el preámbulo de una segunda guerra civil.