(San Juan, 1:00 p.m.) Joe Biden se hizo presidente. No sé si hay entusiasmo por él o porque Donald Trump ya no está. Lo cierto es que Biden lleva tres días en el Poder, y el saliente Trump también lleva la misma cantidad de días haciendo noticias pese a que ya no está en el poder.
A partir del cambio de poder, hay dos tendencia que la nueva administración en el poder, liderada por el Partido Demócrata, está trayendo a los EE.UU. Por el un lado, a partir del 6 de enero, se ha creado la idea de que hay un enemigo interno, que lo componen las fuerzas que lideró Donald Trump, y que se han simplificado a ser la ultra derecha.
De otra parte, se ha creado, o recreado, el enemigo externo, y curiosamente, los democráticas han vuelto a la guerra fría, y acusan a los rusos de ser los autores intelectuales de casi todo lo que ha pasado, por decir algo ocurrente, desde que Trump asumió la presidencia. Es curioso que Hilary Clinton, en su programa radial de esta semana, trajo a colación que Trump se asesoró con Vladimir Putin, presidente ruso, durante los incidentes del 6 de enero. Ahora les imputan a los rusos, intentar desestabilizarlo todo, desde las armas nucleares hasta la ultra derecha.
Todo esto pasa, mientras en los pasados días y noches, las ciudades de Seattle, Washington y Portland, Oregón, han estado asediadas por la izquierda y grupos anarquista. En este caso, las protestas son contra el gobierno de Biden, el cual acaba de iniciar su cuatrienio.
Que va a pasar en los EE.UU. se desconoce. Es curioso que todos los boricuas, de forma pública, se asociaron con el gobierno demócrata de Joe Biden, y con los sistemas mediáticos de la derecha contestaria a la otra derecha.