El Chat [nunca muere] pero me afecta a mi ¿y a ti? [Ruali, Sixto, Ricky, Ramon, Elias, Edwin, Raúl, y ….]

Política

(San Juan, 12:00 p.m.) En una película de delincuentes, unos asesinan, otros roban y otros extorsionan.  ¿Cuál es el menos malo? ¿Cuál es el bueno?  Realmente hablando es una película de delincuentes. Ni buenos ni malos, sino personas que operan, por la razón que sea, al margen de la ley.  La historia del Chat de Telegram de verano del 2019, se relaciona con esto, No hay ni buenos ni malos, solo delincuentes.

Por lo tanto, en la acusación contra Sixto Jorge Díaz Colón, si leyeron la misma, las personas 1 a la 4, son todas de interés para el pueblo. Todas son delincuentes lo que pasa es que cada una tiene un nivel de participación distinto y de “crimenes” cometidos distintos.  Pero son delincuentes.  Por lo tanto, todo indica que Rauli Maldonado “está cooperando”  en la acusación contra Díaz Colón. Mientras, Ricardo Rosselló intenta ahora distanciarse, una vez más, del chat.  El que debe de andar escondido, y asustado, pues cometió delitos severos fue Anthony Maceira. ¿Son abogados Maldonado y Maceira? 

Entonces, nos falta “el protegido” Raúl Maldonado, padre, quien como buen masón o miembro de logia, utiliza un sistema de protección que lo inmuniza. Gente, ¿Pero el acceso al chat no lo tuvo él por ser parte del mismo?  Llega un punto que este evento da pena, de la boricua y no la cubana, por el mero hecho de que queremos acusar a unos y no a otros.

La democracia en Puerto Rico necesita de un cambio de cultura donde personas como Sixto Jorge Díaz Colón, no campeen por su irrespeto a nosotros y nosotras.  Todo indica que el gobierno de Ricardo Rosselló era uno donde “los chanchullos eran bienvenidos”.   En un país libre, como Colombia, Argentina, Cuba o Africa del Sur, más allás de estar presos, personas como los que participaron en el chat [pienso en Ramon Rosario]  no estarían en un programa de radio hablando de buen gobierno.  Tendrían 10 años de ostracismo y trabajo voluntario con las personas más necesitadas.

Tal vez, el mejor castigo para todos los que participaron en el chat, desde Rosselló vía Edwin Miranda o Elías Sánchez hasta Raúl Maldonado, padre, es condenarlos al olvido, o por una década po de forma eterna.  No hablar de ellos, ni escucharlos. Pensemos.