Raulie, Sixto Jorge y el resto del clan: todo huele a cloaca

Justicia Social

(San Juan, 10:00 a.m.) Realmente hablando, no es posible que la familia Maldonado salga del entuerto del Chat de Telegram del verano del 2019, incólume.  Cuando uno hace el tracto de las llamadas, entre la élite gobernante de ese momento, uno se da cuenta que entre Raulie Maldonado, Sixto Jorge Díaz Colón y el resto de los amigos el ex-incumbente Ricardo Rosselló, lo que había era una amistad de poderse llamar para amenazarse, decirse cosas y sobre todo, buscar dinero.

Resulta que Raulie Maldonado llama primero a Sixto Jorge Díaz Colón para que dejen tranquilo a su padre.  ¿En serio?  Luego Díaz Colón lo toma muy en serio, y llama a sus amigos en Fortaleza, por vía de Anthony Maceira, y hablan de parar la cosa, y pagar por vía de dinero y contratos.  Entonces, luego viene el verano del 2019, y todo cambió.

Ahora bien, todo indica que el verano del 2019, según los troles hoy en las redes sociales, por vía de Jorge Pabón “el Molusco”, amigo de Sixto Jorge Díaz Colón, participó en la emboscada.  ¿Cierto o falso? No sabemos.  Lo que sí sabemos es que luego del verano del 2019, no ha habido protesta en Puerto Rico que se haya sostenido, ni las contra Wanda Vázquez Garced ni las contra los almacenes suministros de Ponce.  Por lo tanto, Jorge Pabón, René Pérez, Benito Martínez y hasta el propio Enrique Martín, tendrán que explicarnos si de alguna forma, Sixto Jorge Díaz Colón los invitó a protestar.  Momento que todos los implicados hablen con claridad.

Finalmente, lo importante para Puerto Rico es expurgar al país de la mentalidad neoliberal de la elite política dirigida por Ricardo Rosselló, donde todo aparenta que se hablaba bajo la cultura de que el dinero, del pueblo, era de fácil acceso.  ¿Nos acordamos del otro, del verano del 2020, del negocio de los $38 millones y “tanto dinero en manos de una persona”?  Esta élite política, los elegidos como sus amigos, incluyendo los testigo del pueblo como Raulie Maldonado, no merecen nuestro respeto. Realmente hablando merecen vivir en Oklahoma o Nebraska, pero son todos unos corruptos, que operan en lógicas masónicas, de decisiones en cuartos cerrados, en restaurantes caros, y más que nada siempre mediando el lucro.  No merecen nuestro respeto. Pensemos.