El patio de nuestros árboles torcidos,

Caribe Imaginado

el ají picante de tu clítoris dormido. 

La camándula gris de nuestro pensamiento;  

esa que determina el sueño y la bombilla del alba. 

La hora y el ahora del país sin nombre. 

La jodida tarde de los cerdos. 

Pensar en ti me salva, me diluye y me conquista.