Recordando a Juan “Terín” Pizarro

Crítica Deportiva
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El gran Terín lanzó en el “Big Leagues” desde el 1957 hasta el 1974. Además de los Bravos integró el elenco lanzador de las Medias Blancas y los Cachorros de Chicago, los Piratas de Pittsburgh, las Medias Rojas de Boston, los Indios de Cleveland entre otros. Recibió un anillo de equipo ganador cuando en su año de novato, sus Bravos ganaron la Serie Mundial. ?Que comienzo, no?

 Todavía cuando pienso en los Cangrejeros, me viene a la mente ese gran lanzador. Después de todo, Terín jugó casi todas sus temporadas de béisbol invernal con Santurce. Pena tengo al saber en estos días de su muerte a los 84 años tras una larga enfermedad.

Trataba de estar en el estadio los días que lanzaba Terín. Era un hombre grande en estatura que se calcula tiraba la bola recta de 95 a 97 millas por hora. Era imponente en todas las ligas que participó. Ya al final de su carrera lanzó en la liga de verano del hermano país de Mexico, y su excelente calidad brilló hasta el fin de su carrera.

Han sido meses de pérdidas importantes para los fanáticos de los Cangrejeros. Primero murió el lanzador Rogelio Moret y quien por varios años fue el dueño del equipo,  Reinaldo “Poto” Paniagua, un hombre que por su carrera como abogado y secretario de Estado, ya se reconocía como figura pública cuando tomó el mando del equipo.

He aquí algunas de las estadísticas de Pizarro, que atestiguan su grandeza: acumuló un record de 131-105 en las Grandes ligas con un ERA de 3.43. En la liga invernal local tuvo palmarés de 157-110 con una efectividad de 2:51. Además lanzó tres no-hitters durante su larga trayectoria. No siguió porque las distinciones son casi interminables.

Terín era también un bateador sobresaliente. En sus  dos años en las ligas menores también lo usaban de primera base y outfielder. Su bate era sencillamente esencial, y lo demostró también con los Cangrejeros.

Honro su memoria. Fue parte integral de mis años de fan del béisbol que comenzó cuando era pequeñín y adolescente (no se lo digan a nadie, pero también de adulto).