(San Juan, 12:00 p.m.) Hay crisis hoy en Puerto Rico. En particular en la izquierda y en sectores independentistas, que como buenos discípulos compraron la historia de Alexandra Lúgaro y el Movimiento Victoria Ciudadana, y votaron por ambos. De repente todo cambia, se sienten hoy traicionados. En este momento como mínimo hay tres reuniones de emergencia en los partidos políticos y movimientos afiliados, para desbancar lo que hoy queda de dicha organización política. Alexandra Lúgaro los ha traicionado.
La postura asumida por El Post Antillano, por vía editorial o por vía de la columnista Elsa Tió, la cual en los pasados meses denunció la vinculación de Alexandra Lúgaro con el movimiento estadista de Puerto Rico, hoy resulta como la correcta. La incursión del Movimiento Victoria Ciudadana en la “no participación en el plebiscito” por la estadidad, se convirtió en un voto afirmativo de forma indirecta a favor del Partido Nuevo Progresista. Es patético lo que han hecho.
Por otro lado, los miembros del Movimiento Victoria Ciudadana, salvo Mariana Nogales, han hecho silencio. La pregunta que uno se hace, es cuál la opinión que tiene Ana Irma Rivera Lacen, la presidenta de dicha organización. Por otro lado, qué dice Rafael Bernabe, también senador, de dicho partido. Ambos, Rivera y Bernabe, vienen de una larga tradición de activismos de principio, feministas, socialistas, de izquierda e independentista. El silencio de Rivera Lacen y Bernabe, ¿Los convierte en cómplices o en oportunistas políticos? Nos preguntamos si su silencio es parte de la lógica, “todo sea por llegar al poder”.
Es momento de repudiar la movida de Alexandra Lúgaro y a todos los que de una forma u otra la apoyan, incluyendo a Manuel Natal. Una bulla al callao. Salvo Mariana Nogales, el resto de los miembros de dicho partido, ha hecho silencio. ¿O cómplices u oportunistas? Pensemos.