Reseña de una lectura placentera [Apocalipsis Cotidiano]

Crítica literaria
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Hace un par de meses el buen amigo Ferdinand Álvarez Rivera me escribió por las redes sociales y me dice que había salido su libro: Relatos de un Apocalipsis Cotidiano.  A Ferdinand lo conozco algún tiempo como gestor cultural, profesor, conductor de programas radiales, pero sobre todo como historiador. Por todo esto, al leer el título del libro por alguna razón pensé que se trataba de historia antigua o historia del mundo moderno. Al preguntarle sobre el tema me dice que no era un libro de historia si no que era un libro de cuentos cortos. Confieso que esa respuesta me tomó por sorpresa, no es el tipo de trabajo que estoy acostumbrado a leer del amigo Álvarez Rivera.

En lo personal he abandonado un poco los textos de literatura, enfocándome un poco más en libros de historia, no obstante, le pedí una copia del libro.  Sin tener mucho afán de leerlo rápido, lo cierto es que cuando lo recibí comencé a ojearlo con cierta curiosidad fisgona.  La narrativa de los relatos se convirtió en una diatriba que se enfrentó a mi curiosidad y la convirtió en interés.  Tuve que obligarme a detenerme para no devorar de un solo bocado los relatos que se encierran en el texto.  Irónicamente las narraciones son cortas sin embargo el contenido de cada cuento puede propiciar un análisis profundo digno de cursos universitarios.

Yo no soy no soy un crítico literario, ni aspiro a ostentar ese título, pero, aunque él no lo pidió, me sentí obligado a escribir unas líneas sobre este texto.  Y no se trata solo por la amistad que me une con el autor, pero el libro realmente amerita algún tipo de reacción.  En cinco cuentos cortos el autor presenta una serie de preguntas críticas y existenciales, insertadas en el texto, que se transforman tratados socio humanistas.  Los primeros dos cuentos; Bitácora de una familia disfuncional y Anagnórisis zombie; son monólogos reflexivos que amarran al lector en un entramado de crítica social.  En gran medida son una etnografía urbana cargadas de miradas retrospectivas.  Las historias recogidas en el texto son breves escenas de un teatro imaginario y surrealista pero paradójicamente están cargadas de mucho realismo cotidiano.

Los tres cuentos siguientes: Geografía de un Viaje, Deflagración y Legado Z, tienen una serie de diálogos que navegan entre lo imaginario, lo reflexivo y en ocasiones lo cínico (en el mejor sentido de la palabra).  Los textos trabajan una serie de planteamientos filosóficos, como los que se encierran Deflagración.  Este cuento reflexivo recoge varias premisas enigmáticas como cuando dice: Tu propósito en la vida es encontrar un propósito y entregar a él todo corazón.”  Al mismo tiempo ideas tan lapidarias como cuando declara: Busca la sabiduría, no el conocimiento. El conocimiento es del pasado, la sabiduría es del futuro.”

En resumen, que me disfruté todo el texto, incluyendo los dos prólogos que aportan una antesala a las narraciones siguientes.  Lo breve de los cuentes permite una lectura cómoda, sin muchos vericuetos o intrincados idearios filosóficos.  Ahora quedo a la espera de la próxima entrega literaria del autor que recojan otras críticas sociales y reflexiones cotidianas.