La lengua como frontera de lucha [¿o yankees o puertorriqueños?]

Cultura

(San Juan, 11:00 a.m.) Un plan educativo sin plan académico, que empieza por NO atender como se va a mejorar la enseñanza del español en P.R. y con ello todas las materias, y el inglés como segundo idioma está anticipando su fracaso para desarrollar profesionales en cualquier campo. Una reforma educativa sin plan educativo es como subirse a un avión sin alas y sin gasolina y anunciar que vamos a volar más alto. Ningún proyecto educativo que no empiece por atender los pésimos, alarmantes y vergonzosos resultados de las pruebas de español del College Board. va a ser exitoso. Vamos a educar inválidos del habla que son los candidatos a desertores escolares. Pero sobre esto no hablan. Vienen con el cuento chino de las escuelas charters .

Un proyecto educativo debe partir del uso y protección de la lengua propia, como un derecho inalienable de nuestra juventud. Este deterioro en la enseñanza del español afecta la inteligencia de una juventud que sale de la escuela y no puede expresarse con soltura, ni escribir un párrafo coherente, ni desarrollar una idea clara. Equivale a un maltrato contra la niñez y contra nuestros jóvenes. Maltrato que no se reduce al infame maltrato físico. Se agrede también a los estudiantes cuando el sistema les debilita, les atrofia su inteligencia y capacidades al negarles la buena y correcta enseñanza en su lengua materna . Lo dice la máxima: ”lenguaje defectuoso, pensamiento defectuoso”. Recordamos que la carencia del dominio de nuestra lengua materna está íntimamente ligada al grave problema de deserción escolar en Puerto Rico. Y desde el dominio de la propia se aprende mejor una segunda lengua como el inglés.

Vigente son las palabras de Eleanor Roosevelt -que aplica a todos los niños del mundo- cuando expreso que en materia educativa, “lo mejor que debemos hacer para mejorar la educación del niño americano es que desde los primeros grados se les enseñe a leer, escribir y hablar bien su idioma.“ Las computadoras son útiles, pero son un instrumento complementario , pero se empieza por lo más importante , leer, hablar y escribir bien su idioma , de ahí se parte para aprender otros, para entender matemáticas, ciencias ,.

Cuando eso no sucede, los estudiantes se frustran por carecer de exitosas destrezas de lectura y escritura. Ésta es una de las razones por la que en grados posteriores acaban desertando de la escuela. No tener las destrezas para entender las materias que leen, les crea una baja autoestima, se les dificulta el aprendizaje, hechos que van de la mano de un alza en la delincuencia y la violencia que sufre el país. No es un problema de pizarra, es un problema de que no tienen nada interesante o pertinente que poner en la pizarra . Ni es con negocitos de escuelas charters sin visión y con un plan para enriquecer a unos pocos y mal educar a muchos.

Despojarlos de esa gran riqueza expresiva es arrebatarle su libertad al sentirse incapaces de transmitir lo que piensan y sienten. Porque la lengua es lo que más se parece a la libertad. No dominarla y conocerla, equivale a apresarlos en una ambivalencia lingüística que entorpece el aprendizaje y por tanto, su inteligencia y sus posibilidades de trabajo y desarrollo. Por más pensamientos e ideas que tengan los jóvenes, sí no pueden expresarlos, convertiremos su cerebro en jaula en vez de horizontes; en vacío, en vez de puente. Seríamos entonces incapaces de producir profesionales, abogados, médicos, plomeros, electricistas enfermeras que puedan expresarse con propiedad. Y un buen abogado puede tener razón, pero puede perder el caso porque no pueda escribir un alegato, o no tenga suficiente vocabulario para expresar sus argumentos. ¿De qué sirve tener libertad de expresión si nuestros jóvenes carecen de lenguaje suficiente para poder transmitir una idea, un sentimiento?

O sea los embrutecemos, cerramos escuelas mientras se abren puntos de droga , receta efectiva para el desastre y la quiebra moral de este país. Un país que se respete tiene que empezar por respetar su lengua.

El problema es grave, pero tiene solución si hay voluntad de defender la educación, la cultura, la economía, que son sinónimos del progreso económico y espiritual para los pueblos. , Atrofiar la lengua, empobrecerla y disminuirla solo traerá más pobreza a la isla. No les basta con la quiebra económica, ahora quieren la quiebra espiritual.

Los que desprecian el español por razones económicas, obvian el éxito económico que en español han logrado Ricky Martin, Chayanne, Calle 13, Tego Calderón, Don Omar, Danny Rivera, Andy Montañez, Gilbertito Santa Rosa, los 55 años de éxitos del Gran Combo y tantos otros. A lo que sumamos el aprecio, respeto y prestigio que ellos han ganado para sí mismo y para nuestro país en varios continentes.

Rechaza también el sistema educativo tanto público, como privado, el dar a conocer a los estudiantes a nuestros grandes poetas, compositores, escritores creadores , los han expulsados de los libros escolares, despojando a los estudiantes de nuestra riqueza cultural, que engancha perfectamente con el beneficio económico.

Recuerdo que hace varios años unas compañías americanas contrataron en Miami personas bilingües para trabajar en sus sucursales en Latinoamérica. Al poco tiempo los sustituyeron porque no podían redactar una carta, ni hablar con fluidez el español. Tuvieron que venir a buscarlos a Puerto Rico porque aquí hablaban buen español e inglés como segundo idioma. Sería irresponsable dañar y desfigurar nuestra lengua, matar a la gallina de los huevos de oro y quedar inservibles para la historia . Cobremos conciencia que geograficamente somos una isla pero culturalemente somos un continente ” .

. Y en el caso de la literatura destacamos el prestigioso premio Rómulo Gallegos otorgado a Eduardo Lalo, entre otros. O también vamos a quitarles esa inagotable fuente de empleo..

El asunto, la verdadera cuestión que nos tenemos que preguntar es si vamos a educar a los puertorriqueños a SER puertorriqueños. Nuestro primer pedagogo y fundador de escuelas, Román Baldorioty de Castro lo tenía claro cuando escribió esta máxima que debería estar escrito en las escuelas y edificios públicos : “Amar a Puerto Rico, conocer a Puerto Rico, servir a Puerto Rico”. Quien no entienda esto, pierde el rumbo. Una educación que no parta del amor de lo propio acarrea otros males sociales.

Los libros de español que se usan no integran la literatura con la gramática, no inspiran, no son imaginativos. Consecuencia: a los niños no se les estimula el amor por su lengua.

Todavía tenemos tiempo para influir deliberadamente en la enseñanza de la lengua materna y de ahí partir para aprender bien una segunda lengua, y mejorar todas las asignaturas del sistema público del país”.

Se necesita un plan que no sea de demolición y eso es lo que vemos, destrucción por todas partes.

Sugiero que Departamento de Educación nombre un grupo de voluntarios, maestros y educadores que revisen los libros de textos de español en los que se conjuguen la literatura y la gramática de forma amena e interesante. Que se establezcan criterios educativos para la compra y evaluación de libros. Que se ofrezcan más cursos de historia de P.R.

Solicitamos también que se vuelvan a ofrecer las lecturas de nuestros autores clásicos así como la de nuestros destacados escritores contemporáneos y latinoamericanos; que regresen los rincones de lectura en las escuelas y el programa de Lee y Sueña, que tanto bien hizo a las escuelas y a la industria del libro en Puerto Rico. Que se ofrezcan cursos de redacción, para maestros como para estudiantes. Que se vuelva a los rincones de lectura. Son tantas las cosas que se pueden y deben hacer desde ahora

Y para eso no hay que destruir la escuela pública,, como están haciendo con todo lo que tocan, para empeorarlo. Una reforma educativa sin plan académico es otra burla al país, y una tragedia para la juventud .

Termino con las palabras proféticas de mi padre Salvador Tió, escritas hace varias décadas asombran por su dramática vigencia.

“Nadie se llame a engaño, todo sistema educativo que destruya el amor a lo propio y el orgullo de ser lo que se es, equivale a un genocidio… Algo mucho más grave está ocurriendo… Y yo me pregunto, ¿no será la degradación del sentimiento nacional una de las causas de esta hecatombe?”… “Sin ideales que sean más importantes que la vida, el hombre pierde el ánimo y se lanza a satisfacer primero las apetencias y los apetitos. Se afloja su sentido del honor, se atrofia su vocación de servicio por el país”.

Y continúa:

“Aprovecho el día de hoy para decir claramente que si el sistema de instrucción de Puerto Rico no puede hallar los medios y maneras de despertar en cada puertorriqueño el orgullo de sí, de su cultura, su lengua y su historia, en una generación más habrá aquí un pueblo roto, vuelto contra sí mismo, y se habrá sustituido su voluntad de ser y de permanecer por los paraísos artificiales de la droga o el tranquilizante de los cupones de alimentos”.(publicado en 1981).