(San Juan, 1:00 p.m.) Todo indica que la narrativa que se superó ha sido introducida desde esta semana, por el gobernador de turno Pedro Pierluisi y el consorcio de sistemas mediáticos que incluye la prensa comercial y los noticieros locales de televisión. Es patético, pero llevamos tres días bajo la narrativa de “que se resolvió la crisis de la deuda” y que se “están llegando a acuerdos con todos los bonitas, respetando los derechos de los pensionados”. Hemos vuelvo al país de los ensueños donde todo se resuelve.
Es interesante, pero Pedro Pierluisi bajo alguna agencia de publicidad o relacionista público, lo está haciendo todo bien, para perpetuarse en el poder. Salvo el problema que tiene con Rick Scott, Senador republicano del estado de Florida, que no apoya la estadidad, todo lo demás le hace sentir bien a Pierluisi. Por lo tanto, es momento de pensar, que el proyecto de anexión local, está bien manejado, mientras el proyecto de anexión de Washington, está algarete.
Dicho lo anterior, lo que se impone en una u otra mirada, es un discurso neoliberal en el cual el estado se reorganiza con su deuda, sin afectar al capital. Es decir, la pérdida de 79 centavos de dólar en el caso de Puerto Rico para algunos bonistas, se recompensa con la vuelta a emitir de bonos, que según el gobernador está a la vuelta de la esquina. Por lo tanto, lo que han logrado entre la juez Swain, la Junta de Supervisión Fiscal y el gobernador de turno Pierluisi, es garantizar que el capitalismo no muera.
En este sentido, el gobernador ya ha dicho, en repetidas ocasiones, que los proceso de alianzas público privadas, privatizaciones o la retirada del gobierno en la provisión de respuestas sociales, vino para quedarse. Esto incluye el contrato de Luma en la Autoridad de Energía Eléctrica. Es decir, son narrativas neoliberales que no han de cambiar. Por lo tanto, ante este proyecto, llegue la estadidad hoy o mañana, nada cambia. Mientras el pueblo, se sigue empobreciendo. ¿Podría la independencia alterar esto? Pensemos.