(San Juan, 1:00 p.m.) Hoy tanto la comisionada residente, como los funcionarios de turno de la administración del Partido Nuevo Progresista, celebran que el gobierno federal ha de otorgarle $11 mil millones de dólares a Puerto Rico. La prensa comercial se integra y lo hace parte de su narrativa. Todas y todos celebran el donativo federal.
Esto se da mientras nadie, en la independencia o en la izquierda se opone. Es curioso, pero el proyecto estadista de Pedro Pierluisi, luce por primera vez como el más consolidado. Al día de hoy, éste ha sabido vender que la estadidad es un proyecto asociado con gran bienestar económico garantizado con dádivas federales.
La única oposición a esta narrativa, curiosamente vino del Partido Popular Democrático, a través de los presidentes del Senado de Puerto Rico y la Cámara de Representantes. Ambos presidentes, José Luis Dalmau por el senado, y Rafael “Tatito” Hernández por la cámara, se oponen a los fondos federales, no porque creen dependencia económica, sino por que no se garantizan después de un año. ¿En serio?
Es ante este cuadro, que nos parece que los fondos federales se imponen como una narrativa de bienestar, y nadie se atreve a decir que la misma es una invitación a la dependencia económica. Es momento de rebelarnos ante la invitación que estos nos hacen. Es simplemente terrible. Pensemos.