La nueva narrativa contra el turismo [es racista y anti los afroamericanos]

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Ya me agotaron las quejas en los medios de que los nuevos turistas que vienen a la Isla no dan el grado para disfrutar de nuestro jardín.

Que si andan en el Condado en traje de baño, que si forman un lío—el que fuera—en las calles de esta zona turística, que si andan sin mascarillas, que si cuando se les llama la atención responden con un puño o un escupitajo.

Dice una asociación de hoteles que no están viniendo a Puerto Rico los turistas que tuvimos en el pasado (cada vez más remoto). La raíz de la queja es que no auspician y no suelen quedarse en los hoteles tradicionales del Condado (cuyas tarifas sobrepasan los $300 al día). Se vocifera a través de la radio y  televisión que estos nuevos turistas no se comportan de la forma correcta. Pero nadie usa la palabra Negro. Esa palabra no la queremos usar como parte de nuestra crítica. 

Si vemos o escuchamos a los medios con regularidad descubrimos  que estos hablan o enseñan los mismos incidentes que involucran a los turistas afroamericanos vez tras vez. Coincido que algunos de los incidentes captados y diseminados a través de un teléfono móvil son un tanto perturbantes, pero me consta que no representan el comportamiento de la mayor parte de los turistas que visitan ahora la Isla. Quizás es que viví mucho tiempo en Nueva York y Washington, D.C., donde hay una cuantiosa población Afroamericana, pero no veo ninguna diferencia entre el que visita y con los que conviví. 

Visito con regularidad una mega-farmacia en el  Condado y otros comercios aledaños. He conversado con varios turistas negros de los Estados  Unidos. No veo ninguna diferencia entre los amigos negros que hice en el Norte y los afroamericanos que transitan en el área del Condado.

Los acusan de vestirse inapropiadamente. ¡Dios mío!, dice una radioescucha apavorada, pasan  semidesnudos en frente a dos escuelas exclusivas situadas en Condado. Y ¿cuándo no se han paseado turistas en pantalones cortos y trajes de baño en este escogido barrio? Estamos hablando de la hipocresía más grande de nuestra sociedad-decir que no somos negros cuando en verdad en gran parte lo  somos, no importa si tengamos a la abuela en el closet. 

Estos “nuevos” turistas, “los indeseables” que le llenan el bolsillos a los comerciantes del área, se quedan, muchas veces en residencias Airbnb, que son lugares  de particulares que arriendan sus propiedades por un término corto de días. También en el Condado existen mini hoteles, mucho más económicos que los dinosaurios de hoteles que tienen presencia allí.

Más y más escalan las quejas, y los medios, que en una forma inconscientemente racista, se han dedicado a darle foro de una forma intensa a este “problema”.

La queja que más me sorprende es que estos “Negros” se pasan bailando en los negocios que dan a la calle. Pero, por conocimiento de vida, sé que los afroamericanos son iguales que los boricuas: nos gusta el júbilo, el baile y la sandunguera. Sé que existe la necesidad de que se usen las mascarillas. Sobre esto puedo decir que a estos “diablos negros” siempre los he visto usando mascarillas al son equivalente de nosotros los boricuas. 

Afortunados somos que el turismo está teniendo un auge. Los turistas que antes jamás hubiesen escogido a Puerto Rico como destino—y le dirijo el comentario a los grandes hoteles—lo están haciendo ahora. Este cambio se debe a los pequeños hospedajes y a la tecnología. Digo esto ya que se puede buscar en las plataformas del Web un lugar más barato para pasar unos días bajo el sol del Caribe. No seamos racistas, y le digo a las agrupaciones hoteleras, el mundo está cambiando, “deal with it!”