(San Juan, 12:00 p.m.) Con la washafita y furia en mano, el pueblo de Puerto Rico ha protestado contra a presencia de un turismo que se comporta, según los estándares locales, fuera de control. Por lo tanto, desde febrero, y uno de los primeros incidentes contra una mujer en silla de ruedas, la postura asumida por distintos sectores sociales, ha sido criticar a la última camada de turistas que aparentemente son agresivos, le gusta pegarle a los boricuas, y sobre todas las cosas viste de forma diferenciada a las locales.
En fin, que el lio con los turistas provocó una reacción por parte del gobierno de turno, dirigido por Pedro Pierluisi y el Partido Nuevo Progresista (PNP). En las pasadas 24 horas, dicho gobierno implemento en los distritos turísticos del Viejo San Juan, Condado e Isla Verde una serie de medidas para controlar el comportamiento de los turistas. A pedido en parte por la ciudadanía en general, por los residentes y por los grupos de presión, el gobernador ha establecido “toques de queda” distritales que interfieren con la via publica, con el alquiler de servicios y con la apertura de los negocios. Pero también con una “ocupación” policiaca en dichos distritos, imponiendo una restricción de la libertad de los turistas, pero también de la ciudadanía en general.
Lo curioso es que nadie ha escuchado lo que ha hecho el gobernador Pierluisi y el poder ejecutivo que este dirige. No obstante, en el poder legislativo, ni el principal partido de oposición, el Partido Popular Democrático (PPD) y los partidos emergentes, ninguno ha dicho nada. Esto es lo curioso, y es aquí que uno se pregunta si el racismo local contra los turistas en general, y contra los turistas afroamericanos en particular, es parte de la ecuación.
Para muestra un botón. En la asamblea de residentes del Viejo San Juan, en el día de ayer, todos los miembros que protestaban contra los turistas, eran blancos. Mientras en el visual del informativo de prensa, los turistas caminando por el Viejo San Juan eran todos negros, muchos de ellos se presume que Afroamericanos. ¿A alguien le preocupa esta parte de la ecuación?. Es momento de resolver los problemas nacionales.
Aunque no se puede permitir que lógicas autoritarias se impongan bajo premisas y narrativas abiertamente racistas. Pensemos.