Que las próximas lágrimas que derrames sean por alegría, por la celebración de una buena noticia, por un triunfo de un hijo, por vencer una enfermedad, incluso por encontrarte con un viejo amigo luego de años sin compartir, oh porque un día al mírate al espejo por fin veas el gran ser humanos que eres y sientas amor por ti.
Las lágrimas normalmente suelen caer por dolor, por una traición, por un desamor, por la pérdida de un ser que deja su cuerpo, aunque muchas veces las asociamos a algo negativo las lágrimas liberan energía que canaliza nuestras emociones como cascadas transformadoras, que dejan el terreno preparado para un nuevo inicio.
Así como en la cosecha se riega el terreno, las lágrimas purifican nuestro ser, dejan salir todo lo que ya no compone nada positivo en nuestras vidas, nos reflejan que algo no marcha como debería, nos invitan a sacar tiempo para nosotros, cuando lloramos reflejamos una situación que va más profunda del mero espectáculo visual de la lágrima caer por nuestra mejilla, nos invita a ver nuestro interior y nos invita a tomar decisiones. Así es, las lágrimas son el síntoma de algo mayor que es necesario atender con urgencia.
Seamos honestos, cuantos sabemos que estamos viviendo un momento que debe terminar, que estamos aguantando injusticias en el trabajo, que toleramos a un nivel exagerado lo que nuestro ser interior dice ya basta y todo por miedo, por no atrevernos a tomar decisiones que sean a favor de nosotros mismos. Cuando una lágrima cae, es tiempo de decir ya basta, es tiempo de ser solidario, de extender un abrazo, de decir presente y en muchas ocasiones es momento de decir es mi tiempo.
Por eso cuando tu próxima lágrima caiga que sea por la llegada de una nueva vida, por el triunfo de tu hija, por la victoria que deseabas, por la confirmación de un amor que forja un camino junto a ti.
Es normal que luego de haber derramado tantas lágrimas podamos sentir algo de temor a vivir, a sentir, a reír, a amar, a intentarlo otra vez, pero las lágrimas no nos marcan como un fracaso, todo lo contrario, dicen que somos soñadores que en un momento de sus vidas lo dieron todo sin limite. Tus lágrimas son tu evidencia de que has vivido. Ahora has un compromiso contigo, mírate y afirma que tus próxima lágrimas serán por motivo de alegría.