Turistas a gozar en Puerto Rico [y ojo con el estado autoritario de Pierluisi]

Justicia Social

(San Juan, 12:00 p.m.) Es curioso pero el silencio en torno a lo que se ha convertido en el destino de los turistas afroamericanos en Puerto Rico, se mantiene en silencio.  Nadie ha salido a defender a las negras, negros, flacas y gordas, educadas o sin educación, que están siendo víctimas de una intervención indebida en torno al ejercicio de su libertad.  Es curioso, pero por primera que el turismo masivo que viene de los EE.UU. no es blanco, surge un problema.  Ahora el turismo, en la narrativa dominante se ha convertido en el problema a resolver. 

En la tarde del lunes, fueron arrestados tres turistas, negros, obesos y de origen latino desconocido, en el balneario de Luquillo.  Por 24 horas los mantuvieron en detención carcelaria, por haber cometido un delito menos grave.  ¿Cuál?  No tener puesta su mascarilla en la playa.  Aja.  Los tres seres humanos, todo indica, que resistieron inicialmente el arresto, pues no entendían cual era el delito, y luego que alguien les habló en inglés lo comprendieron.  Entonces cooperaron.  Sea lo que sea, es lo más horrible que un país democrático pueda hacer, arrestar a una persona por no llevar puesta la mascarilla.

Pero que no haya cuestionamiento alguno.  La gente en Puerto Rico está pidiendo “mano dura” contra los turistas [que resultan ser negros y de estética y comportamientos no dominantes]. En el quehacer, Jorge Castro, nuestro querido Sammy Love del programa de Raymond y sus amigos, plantea que hay que buscar actores y actrices para representar un acto donde un policía agrede a un ciudadano o ciudadana por no levar una mascarilla.  ¿En serio?

Nada es peor que lo contado que ver las fuerzas de ley y orden del municipio de San Juan, esas que dirige hoy Miguel Romero, removiendo a turistas de la Placita de Santurce a empujones.  SI esto es un país democrático, entonces prefiero vivir en otro lugar. Pero la politica que está impulsando el gobierno dirigido por Pedro Pierluisi, con el silencio complice de todos los partidos de la legislatura, así como las organizaciones de fiscalización a la policia, feministas y antirracistas, es horrible.  Es momento de cambiar la narrativa. 

Mientras le decimos a las turistas, hombres y mujeres, negras y de una estética no dominante, que la pasen bien en Puerto Rico. Que bailen como quieran y donde gusten, que vistan como les parezca y que nos traten con respeto.  Eso es todo, a pasarla bien en Puerto Rico. Pensemos.