(San Juan, 9:00 a.m.) Durante el pasado fin de semana, las fuerzas sociales, es decir personas-ciudadanas de a pie, se organizaron para bloquear el servicio de la Administración del Transporte Marítimo (ATM) en las islas municipios de Culebra y Vieques. Bajo el accionar social, se detuvo el transporte por 48 horas. ¿Por qué? Porque el pueblo de dichas islas municipios no soporte ni la privatización ni el sistema público de transporte marítimo el cual, su pobre calidad, es sinónimo de discrimen y pobre desarrollo humano.
Por lo tanto, en la larga tradición de lucha social de ambos pueblos municipios, la gente una vez más tomó control de su destino, ejercitó la soberanía popular, y el gobierno tuvo que reaccionar. Cerrar un puerto y acceso al mar, es un delito federal en Puerto Rico. Pero a nadie le interesa proceder por esa vía. Lo que todo el mundo sabe es que tanto el sector privado como el público le han fallado al deber de fiducia que tiene para con su pueblo. Por lo tanto, cuando la lancha no sale, se daña, o sale tarde, sufren tanto la gente de Vieques y Culebra como los de la llamada “Isla Grande”, Puerto Rico.
Ahora bien, ¿cuál es la solución? Todo indica que la solución impuesta, la privatización, no funcionó. Por lo tanto, volvamos al punto de origen: un buen sistema público de transporte marítimo que tenga tres lanchas en operación, una que esté pendiente de ser necesario usarla, y otra que esté en reparación o almacenamiento. Cómo mínimo cinco lanchas, que funcionen 24 horas al día, Pero no puede ser que para un viequense o culebrense, venir a ver un concierto de la sinfónica nacional o de Daddy Yankee, más allá del boleto, le cuesta también el alojamiento y la estadía. Es un proyecto nacional. No puede ser. Se trata de discrimen.
La pregunta es como los países soberanos y libres manejan su transporte marítimo. Pienso en Grecia y el sistema de trasportación marítimo en las islas griegas. Funciona. Es privado. Pienso el que existe entre la Isla de Gore y Senegal, es público. Funciona. No puede ser que en Puerto Rico ninguno de los dos funciona. Es momento de hacer un proyecto nacional de autogestión y soberanía nacional. Es momento. Pensemos.