Entre Biden [que sigue a Trump] y una politica boricua carente de imaginación

Justicia Social

(San Juan, 12:00 p.m.) Es interesante que nadie lo ha dicho muy alto, pero Joe Biden está siguiendo -completamente- la politica internacional de Donald Trump.  Salvo en el tema de Rusia, donde declaró que Vladimir Putin, el presidente ruso, es un asesino, en el resto su política es similar a la de Donald Trump.  Esto es terrible, pues mantiene al planeta tierra en jaque, mientras que en Puerto Rico, la ignorancia y desatención a los temas internacionales es un virus peor que el Covid-19.

Biden llegando casi a sus primeros 100 días, no ha provocado ningún cambio en la política hacia Cuba.  En cuanto a Venezuela, ha mantenido y empeorado la presión, privando a este país latinoamericano de vacunas.  Sobre Bolivia ha mantenido la línea intervencionista que se impuso desde el golpe de estado contra Evo Morales en el 2019.  En cuanto a Brasil ha mantenido silencio, ni a favor de Lula ni en contra de Bolsonaro. Y la peor parte, que ha mantenido la política migratoria fronteriza con México, tipo Trump pero sin retórica.

Ahora bien, en cuanto a Puerto Rico, ha mantenido la política pública del Pentágono y el Comité de Investigación del Congreso, en la cual, mientras no haya consenso no se resuelve el estatus de la isla.  Eso quiere decir, que el limbo para Puerto Rico continúa.  Mientas, dónde sí ha hecho una diferencia, es en profundizar en el manejo de fondos federales para la isla como una forma garantizar el colonialismo eterno.

Lo interesante es que el consenso del independentismo y la izquierda, se mantiene en la conversación de una Asamblea Constituyente de Estatus como panacea de la resolución de nuestros problemas sociales y del estatus.  Lo más curioso es que en estos sectores, cada momento, cada día, se habla menos de la independencia, y más de una asamblea para que entre personas educadas, se resuelva el problema colonial de Puerto Rico.

Mientras, nadie se entera que en Washington solo ha cambiado el color del cabello de nuestros gobernantes.  Todo lo demás continúa igual. Pensemos.