Concrete Cowboy o el nacionalismo del cine americano

Cine caribe

Tengo que decir, que la peor idea es sentarme frente a un televisor a ver “cine” , y combinar dos o más películas en una tarde de Viernes Santo.  Es lo peor, pues más allá de a claustrofobia, está el tema que al ver más de una película de corrido, uno descubre el peso colonizador de la industria de cine de los EE.UU., lo que uno llama popularmente el cine de Hollywood.  El rol de Hollywood es colonizar a uno y reproducir una lógica colonialista.

Con ese preámbulo me siento a ver la película Concrete Cowboy (Dir.  Ricky Staub, EE.UU. 2020). Realmente hablando, es una historia fascinante de la cultura popular afroamericana, en la cual, y a partir del legado de la esclavitud, la Guerra Civil americana, y las leyes racistas Jim Crow Acts, los negros y negras urbanos desarrollaron caballerías en los centro de las ciudades para promover un sistema de transportación de carga con caballos.  Esto los mantenía “ocupados” y con un trabajo, para evitar que las múltiples leyes de segregación los victimizaran todavía más.

En este contexto, en el centro de la ciudad de Filadelfia,  Pensilvania, surgió a principios del Siglo XX, un club de jinetes y caballos, asociados a la calle Fletcher.  El mismo continuó evolucionando  a principios del Siglo XXI, bajo la dirección del lider comunitario Ellis Ferrell.  La idea del club de caballería de la calle Fletcher es promover una forma de autoayuda, respeto, dignidad y orgullo a los miembros de la comunidad, y en particular, para mantener a los jóvenes enfocados y fuera del negocio del narcotráfico.

En esa tónica, la película cuenta la historia de Cole (Cale McLaughlin) quien expulsado de la escuela se va a pasar, forzosamente, un verano con su padre ausente, Harp (Idris Elba).  Así las cosas, el joven tiene que empezar a cuidad los caballos por lo básico, limpiar el estierco.  El resto es Hollywood, y lo que queda de esta ciudad emblemática, haciendo cine, ya dirigido de forma directa a las plataformas sociales.  Por lo tanto, esta película, nunca llegó al cine, ni llegará.

La película te hace llorar, te hace sentir la lucha por la dignidad del pueblo Afroamericano, y sobre todo, la lucha en contra del narcotráfico y su destrucción de los sectores sociales más jóvenes.  En ese sentido, la película combina dos actores de primera entre el establecido Idris Elba y el emergente Caleb McLaughlin.  Ahora bien, lo interesante, basado en la filosofía del director Staub, es incorporar a los actores y actrices de la propia calle Fletcher.  Muchos de los que participan en la película, son simplemente, los miembros del club de caballos.

En fin, que si usted quiere llorar a partir de la historia del pueblo americano debe ver Concrete Cowboy. Realmente hablando, uno acaba haciendo la lucha de dicho pueblo, la lucha de uno mismo.  Esto no debería ser, pero el colonialismo se infiltra de muchas maneras.  De muchas maneras, préstele atención. 

Vea la película porque es una historia bonita, y lo hace llorar en muchas ocasiones.