A un año y varios meses del génesis de la pandemia por el virus del SARS-CoV-2 en Wuhan, China, Puerto Rico ha logrado comenzar los procesos de vacunación poblacional. Según el secretario de Salud, Carlos Mellado, ya estamos a 3 o 4 meses de alcanzar la ‘inmunidad rebaño’. Esto quiere decir, que entre 3 o 4 meses la mayoría significativa porcentualmente de los residentes estarán inmunizados.
Si no nos cuidamos, por desgracia, esto será por una merma poblacional de los grupos y comunidades más vulnerables.
La pasada administración del país no estuvo de acuerdo en acatar las recomendaciones del grupo de especialistas que recomendaron una gama de medidas preventivas. Debido a esto hubo un repunte de casos del Covid-19 que nos llevó al encierro marcial o cuarentena. Con la incertidumbre que nace de decisiones ilógicas, el pueblo dejó de escuchar. Y continuaron los casos, más fábricas para hacer viruses de coronavirus.
Debido a la falla de estas fábricas (nuestras células replicando el virus) nacen las variantes. Unas son tan débiles que ni las notamos y pasan desapercibidas. Pero la evolución es prueba y error. Así que surgen errores en estas fábricas que resultan de mayor beneficio para el virus. Es decir, peores para nosotros.
Ya están repuntando los casos pediátricos en una actualidad donde se discute abrir planteles escolares. Según la Coalición Científica de Puerto Rico nombrada por el actual gobernador Pedro Pierluisi, las cifras de contagio, hospitalizaciones y casos intensivos han ido duplicándose en el transcurso de las últimas dos semanas. Por ahora las muertes no son parte de la ecuación.
Esto podría cambiar si una de esas variantes más capaces se da con la oportunidad de infectar al individuo parte de un grupo o comunidad más vulnerable. Digamos alguien de Vieques con problemas de diabetes, cardiacos o cáncer por ejemplo. Ahí no hay hospital, están marginados y sin transportación marítima o acceso a esta eficiente.
En definitiva no nos conviene seguir con la mayoría vulnerable, infectada o infectándose.