Entre asesinados, sicarios y turistas que se comportan mal [y las narrativas racistas]

Justicia Social

(San Juan, 1:00 p.m.) El problema de la criminalidad, en adición a la violencia y los muertos, son las narrativas silenciosas que se adentran y obviamos.  En un país, donde todo ya ha vuelto a la normalidad, le prestamos atención a dos sicarios, Juanmi y Jackeline, que asesinaron a sangre fría a una pobre mujer, Edmil en un motel de Carolina.  ¿Alguien se preguntó sobre la narrativa racial de este asesinato?

Por otro lado, en el capítulo sin final de problematizar, con razón y sin razón, a los turistas que nos visitan, el último incidente versa sobre unos policías bajando de un avión a tres pasajeras, y luego la bronca que entre éstos y éstas se dio en el vestíbulo del aeropuerto Luis Muñoz Marín.  ¿Alguien observó el color de piel de las turistas? Luego, ¿alguien observó el color de piel de los policías? ¿Alguien, feminista, afro-activista, izquierdista o independentista, comentó de los empujones y maltrato físico de los policías para neutralizar a las tres mujeres?

Es curioso, pero estos dos incidentes, lamentables, horribles y violentos todos, se dan entre personas de tes clara, blancas, contra personas de tes oscura, afrodescendientes. En el caso de Edmil, una mujer negra de carolina; en el caso de las tres turistas de la Florida, las tres afroamericanas.  Pero, ¿a alguien le importa este dato?

En Puerto Rico el racismo es distinto al caso de Mineápolis. Lo interesante es que nadie lo identifica o lo conversa.  De eso trata hacer la diferencia, de comenzar a explicar las narrativas silentes del racismo en Puerto Rico. De eso trata, de develar la narrativa silenciosa y en muchos casos, más opresiva.  Pensemos.