La importancia de la soberanía nacional [Cuba frente a Puerto Rico]

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Cuba está a punto de lanzar al mercado nacional e internacional 100 millones de vacunas contra el Covid-19.  Provenientes de dos laboratorios nacionales, el Instituto Finlay de Vacunas  y el Centro de ingeniería Genética y Biotecnología, Cuba se encuentra en la última fase de los ejercicios de prueba. En total, 1,7 millones de cubanos, de una población total de 11 millones ya se encuentran vacunados.  Ambos laboratorios manufactureros cubanos, son mercadeadas por el BioCubaFarma, una empresa nacional cubana de productos farmacéuticos.

Ahora bien, Cuba es el primer país de América Latina en desarrollar su propia vacuna.  También será el primer país del aún llamado “tercer mundo”, que produzca su propia vacuna.  Cuba lo hace, por poseer tanto la tecnología, como la voluntad, pero más que nada un entendido de lo que constituye su soberanía.  Cuba no puede depender de ningún país del mundo para sobrevivir, ellos sobreviven a partir de su propio esfuerzo.

Las vacunas que hoy desarrolla Cuba son cuatro: Soberana 1 y Soberana 2, ambas del Instituto Finlay de Vacunas. Por otro lado Abdala y Mambisa, ambas del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología.  Las cuatro vacunas, aunque Mambisa es un espray para pone en la boca. Las otras son vacunas.

De Cuba de forma exitosa mercadear sobre 80 millones de vacunas en América Latina, se impondría como un imperio salubrista para el país y para el mundo.  Es un acierto.  Pero lo hizo, porque distinto a Puerto Rico que es sede de fábricas de manufactura farmacéutica, no pudo hacerlo a beneficio de nuestro país.  De haber sido Puerto Rico un país libre y soberano, la historia pudo haber sido otra.

Cuba ya tiene consorcios de venta de sus vacunas con Venezuela (donde se han de manufacturar parte de las vacunas) y Argentina.  Se espera que Cuba se convierta en el primer proveedor de vacunas para el continente.  ¿Alguna duda de que representa ser soberano? Pensemos.