(San Juan, 1:00 p.m.). Hay un paralelismo entre “Mezclita” y Ricardo Rosselló: ambos actúan al garete. Pero en su actuación socaban los fundamentos cuasi soberanos del territorio colonial de Puerto Rico, y nos limitan la calidad de vida a todas y todos.
Hay algo terrible de vivir en una colonia. Pero lo cierto es que no defender lo poco que tenemos, es empeorar la situación. Puerto Rico se torna hoy en un ejercicio continuo de manejo de micro poderes soberanos, los que sean, a nombre de un territorio colonial siempre cuestionado. El problema es que somos nosotros los que vivimos aquí, y los que la vida nos impone las limitaciones que sean los cuestionamientos a la autoridad legal.
Así las cosas, Mezclita detuvo el tránsito ayer en el expreso Las Américas, con un contingente de motociclistas. Lo detuvo, y ante el país de terror que tenemos con turistas recorriendo en Skootel, quien se mete con el mundo de las motoras, el cual es en sí mismo un acto de soberanía en tránsito. Por lo tanto, hoy anda toda la plana mayor buscando a Mezclita, para decirles que ellos controlan las vías públicas y no él y sus amigos. País al garete 101.
De otro lado, el depuesto y exiliado líder de la estadidad, Ricardo Rosselló, anda buscando faena, y lo tienen “de candidatura directa” para un proceso electoral que al día de hoy nadie sabe si va a pasar. Es una pena, pero nadie sabe si este país pasa o no pasa. Lo que sí se sabe es que vivimos bajo un verano particular donde Ricardo Rosselló fue masivamente expulsado de Puerto Rico, y éste debe ser nuevamente expulsado. El ostracismo y el exilio son penas comunes para políticos moralmente derrotados. Pero, en el país al garete 101, todo es posible.
Por lo tanto, a partir del pueblo, es importante rescatar cierta dignidad colectiva y como un acto de soberanía popular, rescatar lo único que podemos tener: una buena calidad de vida. Esto es sin gente afectando nuestra vía en el rodaje, y sin gobernantes como Rosselló a la vista.