Chauvin y Floyd en Mineápolis [¿Alguien se acuerda del caso de Alma Yariela?]

Justicia Social

San Juan, 1:00 p.m.) El pasado lunes se presentaron los alegatos finales en el caso contra el ex policía Derek Chauvin, acusado de asfixiar hasta la muerte a George Floyd en mayo de 2020, y el juicio queda visto para sentencia a la espera de la deliberación del jurado. 
El proceso en el que la fiscalía de Minnesota y la defensa de Chauvin expusieron sus versiones finales frente al jurado duró alrededor de unas cuatro horas. Solo queda que este llegue a un veredicto unánime, como les recordó el juez Peter Canil a su vez que les pidió que basasen su decisión únicamente en las pruebas presentadas en el juicio.  
Chauvin se enfrenta a tres cargos: asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado, y homicidio culposo en segundo grado. Ya que el acusado no tiene antecedentes penales, solo podría ser condenado a un máximo de 12 años y medio de prisión por los primeros dos cargos y a 4 años de cárcel por el tercero.
Lamentablemente, este no es el primer caso de brutalidad policial en Estados Unidos y, aunque suene morboso, es casi seguro que no será el último. Sea cual sea el resultado de este juicio no debemos olvidar que el racismo institucional va más allá que unos cuantos casos aislados, debemos atacar el problema de raíz.
Para muchos, este caso puede sentirse lejano y ajeno a nuestra realidad. “Esas cosas no suceden aquí”. No olvidemos que fue aquí, en Puerto Rico, donde el departamento de Justicia sometió a la estudiante de educación especial de once años, Alma Yariela Cruz, a un procesamiento criminal luego de defenderse del bullying que sufrió durante dos años por su color de piel. Posteriormente ella, su madre y su hermana demandaron al estado por el trato discriminatorio y negligente que alega recibió en este caso.  
El racismo y el discrimen no son cosa de Estados Unidos, está en nosotros identificar en qué parte de nuestras vidas se encuentran presentes y atacarlos. No es suficiente con “no ser racista”, debemos proponernos ser activamente anti-racistas.