(San Juan, 12:00 p.m.) El mes de abril llega a su final, y con él guardamos nuevamente en el cajón de los recuerdos las conmemoraciones de las revoluciones del caribe insular hispanohablante hasta el próximo año. Sin embargo, antes de despedirnos definitivamente de abril, me gustaría compartir algunas obras literarias que demuestran cuán intrincadamente conectadas están nuestras islas, por más lejanas que se puedan sentir.
Lola Rodríguez de Tió, una de las principales figuras de la literatura y de la vida política de Puerto Rico, plasmó en sus poemas no tan solo lo que es el amor por la patria donde se nace, sino también el amor que se puede llegar a sentir por otra tierra. Con sus estrofas nos recuerda que son nuestras luchas la misma lucha. A su poema “A Cuba” le debemos el tan popular verso:
“Cuba y Puerto Rico son
de un pájaro las dos alas,
reciben flores o balas
sobre el mismo corazón…”
Y como hijo de nuestras luchas compartidas, para Lola compartimos también el mismo ideal, como quedó plasmado en su poema “A Puerto Rico”:
“Cuba, tu hermana mayor,
te señalará el camino,
pues en un mismo destino
las ha fundido el dolor;
Cuba te ofrece su amor
sin zozobra ni recelo…
En defensa de tu duelo
hará suya tu venganza,
alentando la esperanza
que resplandece en tu cielo.”
Rodríguez de Tió no es la única que soñó y escribió sobre este lazo inquebrantable entre nuestras islas vecinas. El dominicano Pedro Mir también así lo hizo en su poema dedicado a nuestra poeta Julia de Burgos, “A Julia sin lágrimas”.
“Por un camino de sal que tiene el sol
se llega al Mar Caribe
por un camino de sol que tiene el mar
entonces Puerto Rico
y pronto
porque el aire es transparente
y el agua clara
y además está muy próximo
Santo Domingo”
El poeta no tan solo escribió de la cercanía geográfica de nuestras islas, sino también sobre el pasado de cada una, que es el pasado de ambas.
“Porque
la Cuestión de Santo Domingo
como la llaman las cancillerías
es la misma cuestión de Puerto Rico
y ha sido siempre la misma cuestión
del Mar Caribe
y si se sigue caminando ocurre
que aparece en todos los arrecifes
y debajo de las minas y las plantaciones
y encima de las azoteas y los edificios
y naturalmente en el corazón de las nubes
que es otro de los caminos de las espadas
que penden sobre el destino del Mar Caribe”
Finalmente, despidámonos del mes de abril que tan marcado está con la historia del Caribe, pero no olvidemos que esas luchas fueron colectivas. Fue el diseño de la bandera dominicana la inspiración para la bandera del Grito de Lares, pues este tuvo como antecedente más próximo la guerra separatista de la Provincia de Santo Domingo en 1865. Y diariamente somos recordados de la relación entre Cuba y Puerto Rico con nuestras banderas del mismo diseño, pero colores invertidos. Abril, más que el mes de las revoluciones, ¡mes de la unión entre las Antillas!