(San Juan, 9:00 a.m.) No es momento de decir que hemos fallado en todo. Tal vez sea momento de decir, todo lo que podemos mejorar, para transformar la desigualdad social, que ve en la violencia una forma de transformar los conflictos interpersonales. En esta medida, ante la semana que transcurrió y los asesinatos de Andrea Ruiz Costa y Keishla Rodríguez Ortiz, lo mínimo que podemos decir, es que aún necesitamos hacer más para transformar la cultura que practica el asesinato.
La transformación de la cultura machista, a partir de una ideología patriarcal es un proyecto de país. No tolerar dicha violencia, puede como mínimo reducir la incidencia de casos de violencia doméstica, de género y feminicidios en general en el país. Ahora bien, esto no es suficiente, pues la cultura machista bajo la ideología patriarcal no sólo se manifiesta contra la mujer, sino contra todo ser humano, incluyendo los hombres.
Durante los pasados dos años el país ha adelantado mucho en sensibilizarnos que la violencia contra las mujeres no es aceptable., Se ha logrado también abordar esto contra en contra de la violencia contra las personas trans. El caso de Alexa Negrón Luciano, asesinado en marzo del 2020, adelantó mucho en cuanto a no tolerar la violencia de género contra la comunidad trans. Pero aún no es suficiente, pues el cambio cultural aún tiene que pasar.
Desde esta perspectiva, es importante proseguir, como lo han hecho los múltiples sectores feministas del país, adelantando la lucha por la igualdad de la mujer, y por la erradicación de toda forma de violencia contra ésta. No obstante, ante las muertes de Andrea y Keishla, hoy tenemos que profundizar en la lucha por la educación y la transformación cultural de la violencia de género. Pero también debemos de abordar de este problema incluyendo la transformación de todo tipo de violencia. ¡La lucha continúa!