(San Juan, 11:00 a.m.) Anoche el conocido púgil puertorriqueño Félix Verdejo se entregó a las autoridades federales por acusaciones de secuestro y carjacking que resultaron en la muerte de la joven embarazada Keishla Rodríguez, con quien desde hace años llevaba una relación sentimental.
Los hechos se desprenden de una declaración jurada que prestó a las autoridades federales una persona que lo acompañó a cometer los alegados hechos en una velada que resultó en que Rodríguez, de 27 años, fuera lanzada a la Laguna San José con los brazos y las piernas atadas, y luego fuera baleada por el púgil.
Un magistrado federal encontró causa en contra de Verdejo y ordenó su encarcelamiento en Centro de Detención Metropolitano, una cárcel federal en Guaynabo. Verdejo podría enfrentar la pena de muerte si sale culpable de los cargos en su contra.
La investigación sobre la desaparición de la joven causó consternación a través de Puerto Rico comenzando el jueves cuando se encontró su vehículo en un área casi despoblada del centro metropolitano de San Juan.
Rodríguez, se alega, fue en su vehículo a encontrarse con Verdejo, de acuerdo al declarante que acompañada a Verdejo. La desaparición de esta joven, quien tenía un mes de embarazo, presuntamente de una criatura del boxeador, un hombre casado, levantó dudas el jueves cuando no llegó a su trabajo donde se desempeñaba como “pet groomer”.
Vivía en el residencial Villa Esperanza del área metropolitana de San Juan donde también vive su familia inmediata, que alertó a la policía sobre su desaparición. De acuerdo a miembros de esta familia, en días previos a los presuntos hechos criminales del jueves, la joven le había dicho al boxeador que no quería abortar a la criatura, lo que molestó a Verdejo. Alegadamente, éste le había dicho que tenía que abortar porque el embarazo afectaría negativamente su matrimonio y carrera boxística. Verdejo era uno de los prospectos puertorriqueños más importantes en el boxeo profesional.
La familia de Rodríguez le dijo a los medios que Verdejo la había citado para discutir de nuevo el embarazo.
Es aquí donde alegadamente comenzó la trayectoria trágica. Cuenta el declarante que Verdejo la achocó con un golpe a la cara. Con Rodríguez inconsciente zarparon en el vehículo de Verdejo al Residencial Luis Llorens Torres donde se le inyectó una sustancia no especificada. Después arrojaron su cuerpo a la laguna desde el puente Teodoro Moscoso. Tras una ardua búsqueda de dos días de la Policía de Puerto Rico, el cadáver apareció en la laguna. Aunque no fue inmediatamente identificado llevaba puesto su uniforme de trabajo. Fue después identificado formalmente en el centro de Medicina Forense.
Los fiscales federales tienen hasta 30 días para presentarle la prueba a un Gran Jurado federal para determinar una acusación formal. Es después, si así lo determina el Gran Jurado, que pasaría a juicio.