Exitosa marcha ecuménica contra la privatización de la AEE

Política

(San Juan, 9:00 a.m.) Bajo el lema de “a defender a nuestra Autoridad de Energía Eléctrica” sobre cinco mil personas marcharon en el día de ayer, desde el parque Luis Muños Marín hasta el capitolio y luego hasta la Plaza Colón. No eran cualquier grupo de marchantes, sino miembros de la Coalición Ecuménica de Puerto Rico. Los mismos reclamaban un alto al contrato de privatización a favor de la empresa Luma, y un regreso a la mesa de “dibujo” para reestructurar en manos boricuas a la Autoridad de Energía Eléctrica.

La actividad, donde los marchantes vestían con camiseta de blanco, fueron convocados por distintos grupos religiosos. La actividad pacífica por todos sus ángulos, fue recibida en el Capitolio con un grupo de más de 24 policias fuertemente armados y con protectores anti disturbios, lo cual rayaba en lo absurdo ante la naturaleza de la marcha y sus dirigentes, todos hombres y mujeres de credo profundo.

No obstante, el presidente de la Cámara de Representantes, Rafael “Tatito” Hernández, interpeló a la prensa tanto en el capitolio como en el cierre de la marcha en la Plaza Colón. En el Capitolio, no obstante, Hernández indicó que la fuerza policiaca no había sido llamada por la superintendencia del Capitolio. Más aún, éste indicó “que los policías aquí se encuentran de forma ilegal, y responden al gobierno del tirano Pedro Pierluisi”.

La marcha constituye un hito en las luchas sociales recientes de Puerto Rico. Desde el 2012, cuando se luchó contra el referéndum para eliminar la fianza impulsado por Luis Fortuño, el sector religioso no había sido prominente en las luchas sociales del país. Desde el 2016, en las luchas relacionadas con las huelgas de la Universidad de Puerto Rico o las actividades del 1 de mayo, otros sectores habían tomado prominencia. En este sentido el día de ayer marca un nuevo comienzo para los sectores religiosos y su activismo social y político en la isla.

Es momento de aunar todos los esfuerzos contra Luma, el gobierno de Pedro Pierluisi y las malas políticas públicas que terminan siempre en la corrupción. Pensemos.

 

Fotografias: Víctor Birriel