Sexo, Política y Humor

Cultura

[La escritora Elsa Tió nos comparte este escrito de su padre, el cual nos permite repensar esta etapa del país de otra forma.  Enhorabuena].

(San Juan, 11:00 a.m.) Me decía no hace mucho el psiquiatra que en una reunión cualquiera la gente salta de tema en tema con indiferencia. Pero tan pronto un psiquiatra hace alguna alusión al sexo, la atención se fija sin desvío en el opinante. ¿Por qué?

Para Freud el sexo es el eje de la personalidad. Y la vida sexual, lo más importante de la vida. Tal vez por esa importancia el sexo está rodeado de mitos y de misterios. Por eso la atención que cae como ave de presa sobre el tema tan pronto se suscita. El sexo está oculto, en la sombra. Sólo está expuesto a los ojos niños del salvaje. La moral sexual empieza con el taparrabo.

Es éste un tema sobre el cual cada persona cree tener, o aparenta tener, vasto conocimiento y experiencia. Cuando se hurga un poco en la cuestión resulta que los conceptos de la mayor parte de la gente sobre tan augusto tema caben en una estampa de primera comunión. Por eso la atención que señalé antes. Cada cual quiere sumarse la experiencia ajena con el menor esfuerzo.

Y otro de los temas que inmediatamente polarizan la atención es el tema político. Y no excluyo a los que afirman con un aire insoportable de superioridad que “no se meten en política”. O te metes en política o te meten en política. Como si pudiéramos evitarlo. La historia es la política de ayer. La Política es en el día de hoy la historia en el momento de hacerse.

De la política depende casi toda nuestra vida y nuestro bienestar. Si se multiplica el desempleo, busquemos las razones en la política financiera del estado. Si no nos atrevemos a salir de casa por la noche por temor a los maleantes, hay algún defecto en la política penal o en la política social o en ambas. Si uno llega a la Universidad en estado semi-animal, la política educativa tuvo que ver con eso.

Todo es, pues, sexo y política. Y como tanto se yerra en ambas cosas, no ha de extrañar que sean estos dos de los temas principales del humor. Ambos están montados sobre la teoría de los valores que cada grupo social sustente en un momento dado. Y no hay grupo social carente de una teoría de los valores aunque no se haya dado cuenta de que sobre estas teorías se desenvuelve su vida, aunque hay teorías de tan poco valor que mejor es tirarlas a ganancias o pérdidas.

Por eso el humor sólo puede concebirse axiológicamente. El humor es un ariete que lanza un proyectil o en defensa de unos valores amenazados, o en ataque a los valores amenazantes. Pero en esa lucha por cualquier grupo por defender su integridad y su identidad el humor no tiene que recurrir a la violencia; lleva consigo varias armas mortales: la sonrisa, la risa y la carcajada. No es por capricho que dicen los franceses: ”el ridículo, mata”. Puede servir de reconstituyente por gotas como el arsénico. Pero prodigado sin freno, mata. No hay quien resista una dosis prolongada. El humor es una de las armas más poderosas del grupo para defender los valores establecidos, tanto del que degrada desde adentro, como del que los amenaza desde afuera.

Fragmento Amor, Humor y Literatura - Salvador Tió