Imperante para la economía de Puerto Rico retener sus profesionales

Política

Puerto Rico tiene talento “en abundancia” para sacar a la Isla de la crisis económica en la que está sumida, pero es necesario crear condiciones para detener el éxodo de este a los Estados Unidos, dice un recién publicado informe la prestigiosa Wharton School of Business de la Universidad de Pennsylvania.

El informe examina la historia económica de Puerto Rico en décadas recientes y hace algunas recomendaciones para que la Isla vuelva a ser competitiva para inversionistas y se recupere de la crisis. Como es típico de los informes que evalúan al Puerto Rico de hoy, su visión es negativa, pero señala como uno de los puntos de esperanza que el país tiene un grupo grande de residentes jóvenes con educación universitaria. Un 25 por ciento de las personas de entre 25 y 34 años tiene alguna educación universitaria, un por ciento un poco más bajo que los Estados Unidos en general y un tanto mayor que sus estados más pobres. Puerto Rico, que cuenta con 3.5 millones de habitantes, es un territorio de los Estados Unidos. El Censo oficial indica que de 2000 al 2010 se fueron de la Isla cerca de medio millón de personas, especialmente personas educadas y de edad productiva.

El informe cita a Mauro Guillén, profesor de Wharton, quien dice que “ellos (en Puerto Rico) tienen que crear las condiciones para poder usar su gente, el único recurso que tienen...(demasiada gente) muy educada se va a los Estados Unidos” debido a la falta de oportunidades de empleo en la Isla. Dice el documento que el país ha dependido demasiado de políticas de exención contributiva del Gobierno de Estados Unidos para atraer a inversionistas y mover su economía. La Isla comenzó a sufrir estragos en su economía con la derogación de la Sección 936 del Código de Rentas Internas de los Estados Unidos, que le daba exención a las compañías norteamericanas con operaciones manufactureras en Puerto Rico. Ya Puerto Rico estaba en la cuerda floja de competitividad, de acuerdo al informe. Entonces el país comenzó a confrontar la realidad de que ya no había casi compañías de alta intensidad laboral que querían instalarse en Puerto Rico, principalmente porque los salarios eran muy altos en comparación con el resto del Caribe y América Latina.

Hubo otros desarrollos en el ambiente internacional como los tratados de libre comercio que los Estados Unidos suscribió con países del hemisferio, empezando en 1994, y con la normalización de relaciones comerciales entre China y Estados Unidos, lo cual facilitó la entrada de China en la Organización de Comercio Mundial. Puerto Rico dejó de tener su gran carta de atracción, acceso especial como territorio estadounidense a los mercados del continente de Norteamérica.

Guillén dice que la Isla necesita moverse hacia una manufactura de alto valor e industrias de servicios “en vez de descansar en los laureles pasados, mayormente en (atraer) al sector farmacéutico". El informe también cita a Rafael Banesco, el principal ejecutivo del banco Banesco USA: “Puerto Rico es un gigante durmiente en la Cuenca del Caribe”, pero necesita mirar al Sur o al Oeste no sólo al Norte, o a los Estados Unidos como ha sido su costumbre. Guillén dice que la Isla depende demasiado de los Estados Unidos para productos agrícolas, químicos, farmacéuticos y servicios. Añade que su industria turística ha sido exitosa con el mercado norteamericano, pero no ha logrado atraer a los turistas europeos, quienes prefieren ir a países con tarifas más económicas como la República Dominicana.