Economías basadas en la ayuda mutua y no en la competencia de todos contra todos, en donde la vida es fin y proceso y no un medio para adquirir y acumular riqueza a toda costa, eso y más, es parte de lo que llamamos economía solidaria. Lo que debería ser una redundancia, pues la economía al fin y el cabo viene del oikos, del hogar que se construye y recrea a través de la cooperación de todos sus integrantes, donde se refugia la vida y su bienestar, en colectivo, es hoy un adjetivo que le da otro significado a lo que se asume sin más como una competencia hacia el crecimiento infinito y la acumulación de capital ante todo. ¿Qué sustenta y promueve estas economías que luchan por existir e influir cada vez más en nuestras vidas? ¿Cuáles son las condiciones materiales y sociales que incentivan la solidaridad? ¿Cuál es el medioambiente idóneo para la misma?
Según el científico y filosofo anarquista del siglo 19, Pitirim Kropotkim, la ayuda mutua es base y elemento crucial que permitió y permite la evolución de la vida tal y como la conocemos. No fue la competencia del todos contra todos, ni la permanencia del mas fuerte, como indicó una mala lectura de Darwin desde las ciencias sociales que construyó el Darwinismo Social, del cual beben muchas ideologías contemporáneas. Desde distintas filosofías socialistas (tanto anarquistas, como cooperativistas, comunistas, distribucioncitas, fabianas, cristianas, etc.) la solidaridad y no el egoísmo son el fundamento de la vida toda, tanto humana como no humana.
¿Qué hacer entonces para apoyar la vida y ayudar a vivir en medio de un sistema que a través de todas las estructuras, instituciones, medios de comunicación e intercambios formales promueve lo contrario: el interés personal, el egocentrismo, la competencia, avaricia, etc.? Hacerse la pregunta, tenerla presente es parte de ir creando alternativas concretas. Buscar a todos los grupos, personas e información existente sobre economías solidarias e ir creando redes de apoyo para re-conocernos e ir, poco a poco construyendo las bases para intercambios más justos y democráticos es crucial. Paso a paso, semilla a semilla, se va sembrando y cosechando para todos y todas.