(San Juan, 12:00 p.m.) Jorge Pabón, el Molusco, se ha convertido en el gestor de influencias pro los derechos humanos del pueblo de Cuba. Curioso. Pero en la trayectoria social de este comunicador, su interés por Cuba es algo reciente. Poner en duda la legitimidad de su posición no es nuestra intención. Lo que si ponemos en duda es la voluntariedad de su acto.
Todo indica que Cuba, el pueblo y gobierno que cree en su revolución desde el 1959, experimenta una campaña de descrédito en este momento. Lo interesante es que la misma se origina en parte en Miami, y se ejecuta en parte en Puerto Rico. Que nadie se olvide que bajo el modelo del Verano del 2019, ese que Jorge Pabón, el Molusco, comandó, los gestores de influencia fueron los cantantes de música urbana. Todos ellos, esencialmente hombres, se posicionaron contra el gobierno de Ricardo Rosselló. ¿Pero su voluntad era genuina?
Hoy no sabemos. Sixto George en el caso federal que tiene, alega que él recibió $90 mil dólares de parte de Ricardo Rosselló para desarrollar una campaña contra la presión social en el Verano del 2019. A la persona que consultó para hacer esa contra campaña, fue a Jorge Pabón, el Molusco.
El gobierno de Cuba hoy, nos notifica como se ha montado esta campaña la cual origina en Miami, en una fundación privada, y la cual reproduce las lógicas de “golpe de estado blando” que ya se han ensayado en Venezuela, Nicaragua o Brasil, como también en su versión dura de Bolivia.
Lo que sí hoy sabemos de todo esto, es que en ningún piquete contra Luma, contra la falta de lanchas en Vieques y Culebras, o en la defensa de la Universidad de Puerto Rico, ha estado presente Jorge Pabón, el Molusco. Creemos que Sixto George nos ofrece la clave: donde no hay dinero, no está el gestor de influencias. Pensemos.