su ausencia me conecta
a la lágrima índigo.
Un espejo temporal, la imagen
de un cepillo diminuto,
desenreda los nudos aniñados.
Ato sus palabras
y las mías
en las trenzas fugitivas
con el furor de miles
de alas de palomas.
¡Ojalá, pronto salga la luna!
(1961)