(San Juan, 1:00 p.m.) Ya escucho a más de una voz, de mis colegas de la izquierda y el independentismo decir “nos vemos en la Calle de la Resistencia”. Finalmente, el Verano del 2021 le ha comenzado a Pedro Pierluisi. Se lo ganó por propio derecho. Solito. Nadie le ayudó. Sólo él. Ahora, tiempo de crear otro campamento, aparte del de Rincón, ahora en la Calle Resistencia, en el Viejo San Juan.
Desde anoche, todos los titulares mediáticos, incluyendo los de prensa en el día de hoy, apuntan a varios chanchullos. Desde el propio gobernador, Pedro Pierluisi, implicado en el asunto por vía de un familiar, hasta la participación del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio, quien sancionó permisos a favor del condominio Sol y Playa, autorizando innecesariamente la construcción de la piscina y la verja.
Entonces, si es cierto todos estos señalamientos, en adición al contradictorio comportamiento de Rafael Machargo como secretario del Departamento de Recursos Naturales, entonces, como diría ese viejo programa cómico de la televisión, “ahora, sálvese quien pueda”. La pequeña crisis de una piscina y su verja, la cual alegadamente está autorizada desde 2018, se ha complicado aparentemente, por las injerencias indebidas que el Partido Nuevo Progresista (PNP) ha hecho en lo que va de este nuevo cuatrienio. En otras palabras, la situación ya trascendió a los manifestantes en el campamento Sol y Playa, a los residentes del condominio Sol y Playa, y a los policías, tanto públicos como privados, destacados en la arena Sol y Playa.
Ahora bien, el rumor que circula las redes sociales como a su vez en ciertos sectores de la prensa alternativa, de que el Lcdo. José G. Barea Fernández [residente de Sol y Playa y éste en disputa por el pago de una derrama que no pagó en Sol y Playa] le pagó $10 mil dólares a Eliezer Molina por iniciar la protesta, es tan cierto como tan falso. Tendría que ver uno el cheque cancelado o el depósito retirado. Ahora bien, independientemente de la veracidad de la alegación, lo cierto es que ya hoy, lo que está pasando en el sector Sol y Playa en Rincón, es una crisis de naturaleza política, que superó el chisme o conflicto inicial. Esto ya está a otro nivel. Por lo que, “nos vemos en la calle Resistencia”. Pensemos.